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Hieraticón

Divina Liturgia de S. Juan Crisóstomo

Menaion - 5 de Agosto

Preparación para la Santa Transfiguración de Nuestro Señor

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LITURGIA DE S. JUAN CRISÓSTOMO

Primera antífona. Tono 2.

Verso 1: Bueno es alabar al Señor, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. [BASJ]

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 2: Para anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad por la noche.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 3: Es recto el Señor, nuestro Dios, y no hay injusticia en él.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.


Segunda antífona. Tono 2.

Verso 1: El Señor reinó, se vistió de hermosura, se vistió el Señor de fortaleza y se ciñó. [BASJ]

O:

Verso 1: Vengan, regocíjense en el Señor, celebremos las glorias de Dios, salvador nuestro. [BASJ]

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 2: Porque afirmó la redondez de la tierra, que no será conmovida.

O:

Verso 2: Presentémonos ante su rostro con alabanza, celebrémosle con salmos. Porque el Señor es un Dios grande y un rey grande sobre todos los dioses.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 3: La santidad es el adorno de tu casa, Señor, por largos días.

O:

Verso 3: Porque en su mano están todos los confines de la tierra; son suyas las alturas de los montes. Porque suyo es el mar, él lo hizo y sus manos formaron la tierra árida.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Hijo Unigénito y Verbo de Dios: tú que eres inmortal; accediste para nuestra salvación, a encarnarte de la santa Theotokos y siempre virgen María, inalterado te hiciste hombre; crucificado, Cristo Dios, con tu muerte a la muerte venciste; eres uno de la santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo: ¡Sálvanos!


Tercera antífona.

Apolitiquio.

Del Menaion - - -

Tono 4.

Ταχὺ προκατάλαβε.

Oh fieles, preparémonos todos para la transfiguración de Cristo y celebremos esta vigilia con alegría, clamando: ya se nos acerca el día de la exultación divina. Pues el Maestro Soberano sube al monte Tabor para brillar con la hermosura de su divinidad. [JB]


Himno de la entrada. Tono 2.

Vengan, adoremos y postrémonos ante Cristo. Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!


Himnos después de la pequeña entrada.

Apolitiquio.

Del Menaion - - -

Tono 4.

Ταχὺ προκατάλαβε.

Oh fieles, preparémonos todos para la transfiguración de Cristo y celebremos esta vigilia con alegría, clamando: ya se nos acerca el día de la exultación divina. Pues el Maestro Soberano sube al monte Tabor para brillar con la hermosura de su divinidad. [JB]

Por orden del Metropolita de México, se canta el siguiente apolitquio antes del apolitiquio del templo local.

Por la Protectora de México.

Tono 3.

Θείας πίστεως.

Protectora de México, dulce, bendita y agraciada Madre de Dios, por quien se vive. Nosotros tus siervos, heredad de tu Hijo, te cantamos, suplicando, protege a tu pueblo e intercede ante Él para que salve nuestras almas. [SAOGM]

Se canta el apolitiquio de la comunidad local.

Después:


Condaquio.

Del Menaion - - -

Tono 4.

Ἐπεφάνης σήμερον.

Hoy la naturaleza mortal brilla divinamente en anticipación a la Transfiguración divina, clamando con gran alegría: “Cristo se transfigura para salvar la raza humana.” [JB]


HIMNO TRISAGIO

Santo Dios, santo Poderoso, santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.


LECTURAS

Proquímeno. Tono 7 (grave). Salmo 63.

Se alegrará el justo en el Señor y esperará en él. [BASJ]

Verso: Escucha, Dios mío, mi humilde ruego. [BASJ]

Lectura apostólica

Por la preparación para la fiesta.

Lectura de la primera carta universal de san Pedro.

1 P. 1:1-25, 2:1-10

Pedro, apóstol de Jesús Cristo, a los elegidos que viven como extranjeros en la Dispersión: en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, a quienes Dios Padre había elegido previamente, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesús Cristo y ser rociados con su sangre. A ustedes gracia y paz abundantes. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús Cristo, quien, por su gran misericordia y mediante la Resurrección de Jesús Cristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para ustedes. El poder de Dios, que se activa por medio de la fe, los protege para la salvación, dispuesta ya para ser revelada en el último momento. Por este motivo, rebosan sin duda de alegría, pero es preciso que todavía por algún tiempo tengan que soportar diversas pruebas. De ese modo, cuando Jesús Cristo se manifieste, la calidad probada de su fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convertirá en motivo de alabanza, de gloria y de honor. Aman a Jesús Cristo, aun sin haberlo visto; creen en él, aunque de momento no lo vean. Y lo hacen rebosantes de alegría indescriptible y gloriosa, alcanzando así la meta de su fe, la salvación de las almas. Sobre esta salvación investigaron e indagaron los profetas, que anunciaron la gracia que les estaba destinada. Procuraron descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les predecía los sufrimientos destinados a Cristo y las glorias que les seguirían. Les fue revelado que no administraban en beneficio propio, sino en favor de ustedes, este mensaje que ahora les anuncian quienes les predican el Evangelio mediante el Espíritu Santo enviado desde el cielo, un mensaje que los ángeles ansían contemplar. Por lo tanto, cíñanse los lomos de su espíritu y sean sobrios; pongan toda su esperanza en la gracia que se les procurará mediante la Revelación de Jesús Cristo. Como hijos obedientes, no se amolden a las apetencias de antes, del tiempo en que eran ignorantes. Al contrario, que su conducta sea santa en todo momento, como santo es el que los ha llamado. Pues así está escrito: “Serán santos, porque santo soy yo”. Si llaman Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual según su conducta, condúzcanse con temor durante el tiempo de su destierro. Y sepan que no han sido rescatados de la conducta necia heredada de sus padres con algo caduco, con oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, cordero sin tacha y sin mancilla. Él fue predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos a causa de ustedes; y por medio de él creen en Dios, que le ha resucitado de entre los muertos y le ha dado la gloria, de modo que su fe y su esperanza estén en Dios. Han purificado sus almas, obedeciendo a la verdad, para amarse los unos a los otros sinceramente como hermanos. Ámense profundamente unos a otros, con corazón puro, pues han sido reengendrados a partir de una semilla no corruptible, sino incorruptible: la palabra de Dios viva y permanente. Pues toda carne es como hierba, y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la flor, pero la palabra del Señor permanece eternamente. Y ésta es la palabra: la Buena Nueva anunciada a ustedes. Rechacen, por tanto, malicias y engaños, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. Como niños recién nacidos, deseen la leche espiritual pura, a fin de que, gracias a ella, crezcan con vistas a la salvación, si es que han gustado que el Señor es bueno. Acérquense al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios; y así, como piedras vivas que son, formen parte de un edificio espiritual, de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesús Cristo. Pues dice la Escritura: Voy a colocar en Sión una piedra elegida, angular y preciosa, y el que crea en ella no será confundido. Para ustedes, los creyentes, eso es motivo de orgullo; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores desecharon se ha convertido en piedra angular, en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la palabra; para esto han sido destinados. Pero ustedes son linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, destinado a anunciar las alabanzas de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su admirable luz; ustedes, que si en un tiempo no fueron pueblo, ahora son Pueblo de Dios: ésos de los que antes no se tuvo compasión, pero que ahora son compadecidos. [BJ-SAOGM]


Aleluya. Tono 2. Salmo 91.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 1: El justo florece como la palma, crece como un cedro del Líbano. [BJ-SAOGM]

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 2: Plantados en la Casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Evangelio

Martes de la novena semana de Mateo

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

Mt. 18:18-22; 19:1-2, 13-15

Dijo el Señor a sus discípulos: «Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. Les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.» Pedro se acercó entonces y le preguntó: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» Le respondió Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán. Le siguió mucha gente, y los curó allí. Entonces le fueron presentados unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; y no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.» Y, después de imponerles las manos, se fue de allí. [BJ-SAOGM]


Himno a la Theotokos.

Digno es, en verdad, aclamarte a ti, Theotokos, la siempre bienaventurada e inmaculada, y Madre de nuestro Dios. A la más honorable que los querubines y más gloriosa, incomparablemente que los serafines; a ti, la que incorruptamente, diste a luz al Verbo de Dios, a la verdaderamente Theotokos, te exaltamos.


Himno de la comunión. Salmo 111/112.

En memoria eterna estará el justo. [BASJ] ¡Aleluya!


Himno después de la comunión.

Tono 2.

Vimos la luz verdadera. Recibimos el Espíritu celestial. Encontramos la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible, pues ella nos salvó.


DESPEDIDA

Gloria a ti, Dios nuestro. Gloria a ti.

Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.


Normas de Ayuno

Ayuno estricto. Nos abstenemos de consumir todo tipo de carne, pescados, aceite, vino, productos lácteos, y huevos.

Es el ayuno de la Dormición.