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Hieraticón
Divina Liturgia de S. Juan Crisóstomo
Pentecostario
Martes después de Pentecostés
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LITURGIA DE S. JUAN CRISÓSTOMO
Primera antífona. Tono 2. Salmo 18.
Verso 1: Los cielos proclaman la gloria de Dios, el firmamento anuncia las obras de sus manos. [BASJ]
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Verso 2: Un día comunica el mensaje a otro día y una noche transmite la sabiduría a otra noche.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Verso 3: No hay lenguaje, ni habla, para quien no sean entendidas sus voces.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Verso 4: Su proclamación se ha divulgado por la tierra y sus palabras hasta los confines de la tierra.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Gloria. Ahora y siempre.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Segunda antífona. Tono 2. Salmo 19.
Verso 1: Que te escuche el Señor en el día de la tribulación, y te defienda el nombre del Dios de Jacob. [BASJ]
Sálvanos, buen Consolador. Te cantamos, ¡Aleluya!
Verso 2: Que te envíe socorro desde el santuario, y desde Sión te proteja.
Sálvanos, buen Consolador. Te cantamos, ¡Aleluya!
Verso 3: Que se acuerde de todos tus sacrificios y encuentre sabroso tu holocausto.
Sálvanos, buen Consolador. Te cantamos, ¡Aleluya!
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Hijo Unigénito y Verbo de Dios: tú que eres inmortal; accediste para nuestra salvación, a encarnarte de la santa Theotokos y siempre virgen María, inalterado te hiciste hombre; crucificado, Cristo Dios, con tu muerte a la muerte venciste; eres uno de la santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo: ¡Sálvanos!
Tercera antífona. Tono 8 (plagal 4). Salmo 20.
Verso 1: Señor, en tu fortaleza se alegrará el rey y en tu victoria se regocijará en gran manera. [BASJ]
Verso 2: Has cumplido el deseo de su corazón; no le has negado la súplica de sus labios.
Verso 3: Pues te has adelantado con bendiciones de dulzura, le has puesto sobre su cabeza una corona de piedras preciosas.
Verso 4: Te pidió vida, y le diste largos años que se prolongan, por los siglos de los siglos.
Apolitiquio de la fiesta.
Tono 8 (plagal 4).
Bendito eres Tú, Cristo nuestro Dios, que mostraste a los pescadores sapientísimos enviándoles al Espíritu Santo. Y por ellos al universo pescaste, Filántropo, gloria a Ti. [unES]
Himno de la entrada. Tono 2.
Vengan, adoremos y postrémonos ante Cristo. [SAOGM] Sálvanos, buen Consolador. Te cantamos, ¡Aleluya!
Himnos después de la pequeña entrada.
Apolitiquio de la fiesta.
Del Pentecostario - - -
Tono 8 (plagal 4).
Bendito eres Tú, Cristo nuestro Dios, que mostraste a los pescadores sapientísimos enviándoles al Espíritu Santo. Y por ellos al universo pescaste, Filántropo, gloria a Ti. [unES]
Por orden del Metropolita de México, se canta el siguiente apolitquio antes del apolitiquio del templo local.
Por la Protectora de México.
Tono 3.
Θείας πίστεως.
Protectora de México, dulce, bendita y agraciada Madre de Dios, por quien se vive. Nosotros tus siervos, heredad de tu Hijo, te cantamos, suplicando, protege a tu pueblo e intercede ante Él para que salve nuestras almas. [SAOGM]
Se canta el apolitiquio de la comunidad local.
Después:
Condaquio de la Fiesta
Del Pentecostario - - -
Tono 8 (plagal 4).
Cuando el Altísimo descendió en Babel, confundió las lenguas y dispersó las naciones; mas cuando repartió las lenguas de fuego, llamó a todos a la unidad. Por lo cual, glorificamos con una sola voz al Santísimo Espíritu. [unES]
HIMNO TRISAGIO
Santo Dios, santo Poderoso, santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.
Lectura apostólica
Martes de la primera semana
Proquímeno. Tono 3. Salmos 146, 32.
Grande es nuestro Señor y grande su fortaleza. [BASJ]
Verso: Por la palabra del Señor se afirmaron los cielos y por el espíritu de su boca todos sus ejércitos. [BASJ]
Lectura de la carta de san Pablo a los Romanos.
Rm. 1:1-7, 13-17
Pablo, siervo de Cristo Jesús y apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, que Él había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas. La promesa era relativa a su Hijo, Jesús Cristo Señor nuestro, descendiente de David según la carne, pero constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos. Por él hemos recibido la gracia del apostolado, destinado a promover la obediencia de la fe, para que su nombre sea alabado entre todos los gentiles, entre los cuales se cuentan también ustedes, que han sido llamados por Jesús Cristo. A todos los amados de Dios que están en Roma, santos por vocación, a ustedes gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Cristo. Hermanos, quiero que sepan que me propuse viajar hasta ustedes en numerosas ocasiones, pero hasta el presente me he visto impedido. Intentaba con mi visita recoger algún fruto, tanto entre ustedes como entre los demás gentiles, pues me debo a griegos y a bárbaros; a sabios y a ignorantes. De ahí mi ansia por llevarles el Evangelio también a ustedes que habitan en Roma. No me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío en primer lugar, pero también del griego. Porque en él se revela la justicia de Dios, de fe en fe, como dice la Escritura: ‘El justo vivirá por la fe’. [BJ-SAOGM]
Aleluya. Tono 8 (plagal 4). Salmo 88.
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Verso 1: Oh Señor, cantaré eternamente tus misericordias. [BASJ]
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Verso 2: Pues tú dijiste: “La misericordia será establecida para siempre.”
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Evangelio
Martes de la primera semana de Mateo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
Mt. 4:23-25; 5:1-13
En aquel tiempo, recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando las enfermedades y dolencias de la gente, de modo que su fama llegó a toda Siria. Le traían a todos los que se encontraban mal, con enfermedades y dolencias diversas, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y él los curaba. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán. Viendo a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron. Entonces, tomando la palabra, les enseñaba así: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados serán cuando los injurien y los persigan, y cuando, por mi causa, los acusen en falso de toda clase de males. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes. «Ustedes son la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.» [BJ-SAOGM]
Himno a la Theotokos.
Digno es, en verdad, aclamarte a ti, Theotokos, la siempre bienaventurada e inmaculada, y Madre de nuestro Dios. A la más honorable que los querubines y más gloriosa, incomparablemente que los serafines; a ti, la que incorruptamente, diste a luz al Verbo de Dios, a la verdaderamente Theotokos, te exaltamos.
Himno de la comunión. Salmo 111/112.
En memoria eterna estará el justo. [BASJ] ¡Aleluya!
Himno después de la comunión.
Tono 2.
Vimos la luz verdadera. Recibimos el Espíritu celestial. Encontramos la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible, pues ella nos salvó.
DESPEDIDA
Gloria a ti, Dios nuestro. Gloria a ti.
El que envió desde el cielo al santísimo Espíritu en forma de lenguas de fuego sobre sus santos discípulos y apóstoles, Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.
Normas de Ayuno
Hoy toda clase de comida es permitida.
Es la semana de Pentecostés.