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Hieraticón
Divina Liturgia de S. Juan Crisóstomo
Menaion - 16 de Enero
Veneración de las preciosas cadenas del apóstol Pedro
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LITURGIA DE S. JUAN CRISÓSTOMO
Primera antífona. Tono 2.
Verso 1: Bueno es alabar al Señor, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. [BASJ]
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Verso 2: Para anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad por la noche.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Verso 3: Es recto el Señor, nuestro Dios, y no hay injusticia en él.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.
Segunda antífona. Tono 2.
Verso 1: El Señor reinó, se vistió de hermosura, se vistió el Señor de fortaleza y se ciñó. [BASJ]
O:
Verso 1: Vengan, regocíjense en el Señor, celebremos las glorias de Dios, salvador nuestro. [BASJ]
Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!
Verso 2: Porque afirmó la redondez de la tierra, que no será conmovida.
O:
Verso 2: Presentémonos ante su rostro con alabanza, celebrémosle con salmos. Porque el Señor es un Dios grande y un rey grande sobre todos los dioses.
Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!
Verso 3: La santidad es el adorno de tu casa, Señor, por largos días.
O:
Verso 3: Porque en su mano están todos los confines de la tierra; son suyas las alturas de los montes. Porque suyo es el mar, él lo hizo y sus manos formaron la tierra árida.
Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Hijo Unigénito y Verbo de Dios: tú que eres inmortal; accediste para nuestra salvación, a encarnarte de la santa Theotokos y siempre virgen María, inalterado te hiciste hombre; crucificado, Cristo Dios, con tu muerte a la muerte venciste; eres uno de la santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo: ¡Sálvanos!
Tercera antífona.
Apolitiquio.
Del Menaion - - -
Tono 4.
Sin salir de Roma, viniste a nosotros por las preciosas cadenas que llevabas puestas. ¡Oh, Príncipe de los apóstoles! Y venerándolas con fe, rogamos: Por tus intercesiones ante Dios, concédenos la gran misericordia. [AA-MX]
Himno de la entrada. Tono 2.
Vengan, adoremos y postrémonos ante Cristo. Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!
Himnos después de la pequeña entrada.
Apolitiquio.
Del Menaion - - -
Tono 4.
Sin salir de Roma, viniste a nosotros por las preciosas cadenas que llevabas puestas. ¡Oh, Príncipe de los apóstoles! Y venerándolas con fe, rogamos: Por tus intercesiones ante Dios, concédenos la gran misericordia. [AA-MX]
Por orden del Metropolita de México, se canta el siguiente apolitquio antes del apolitiquio del templo local.
De la Protectora de México.
Tono 3.
Θείας πίστεως.
Protectora de México, dulce, bendita y agraciada Madre de Dios, por quien se vive. Nosotros tus siervos, heredad de tu Hijo, te cantamos, suplicando, protege a tu pueblo e intercede ante Él para que salve nuestras almas. [SAOGM]
Se canta el apolitiquio de la comunidad local.
Después:
Condaquio del día. Por los apóstoles.
Tono 2. Melodía modelo (aftómelon).
Τοὺς ἀσφαλεῖς.
Oh Señor, a los líderes de los apóstoles, aquellos predicadores firmes y temerosos de Dios, los has llevado al descanso eterno y al goce de tus bendiciones. Pues aceptaste sus labores y su muerte como un holocausto, porque solo Tú conoces los corazones. [JB]
HIMNO TRISAGIO
Santo Dios, santo Poderoso, santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.
Lectura apostólica
Por el apóstol.
Proquímeno. Tono 8 (plagal 4). Salmo 18.
Por toda la tierra resuena su proclama. [BJ-SAOGM]
Verso: Los cielos cuentan la gloria de Dios. [BJ-SAOGM]
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Hch. 12:1-11
Por aquel tiempo, el rey Herodes mandó detener a algunos de la Iglesia, con el propósito de maltratarlos. Mandó ejecutar a filo de espada a Santiago, el hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, se atrevió a prender también a Pedro. (Eran los días de los Ázimos.) Tras apresarlo, lo metió en la cárcel y confió su custodia a cuatro escuadras de cuatro soldados, con la intención de presentarlo ante el pueblo después de la Pascua. Pedro quedó así custodiado en la cárcel, mientras la iglesia oraba insistentemente por él a Dios. Herodes había decidido ya el día en que iba a presentarlo. La víspera por la noche se encontraba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas; unos centinelas custodiaban la puerta de la cárcel. De pronto se presentó el ángel del Señor y la celda se llenó de luz. El ángel golpeó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: «Levántate, date prisa.» Al momento cayeron las cadenas de sus manos. Le dijo el ángel: «Termina de vestirte y ponte las sandalias.» Pedro obedeció. El ángel añadió: «Ponte el manto y sígueme.» Salió y se dispuso a seguirle, pero no acababa de convencerse de que era real cuanto hacía el ángel, pues se figuraba estar ante una visión. Una vez atravesadas la primera y la segunda guardias, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se les abrió por sí misma. Salieron y, tras recorrer una calle, el ángel desapareció de pronto de su vista. Pedro volvió en sí y pensó: «Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha librado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaban hacerme los judíos.» [BJ-SAOGM]
Aleluya. Tono 1. Salmo 88.
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Verso 1: Los cielos celebrarán, Señor, tus maravillas. [BASJ]
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Verso 2: Dios es glorificado en el consejo de los santos.
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Evangelio
Por el apóstol.
Lectura del santo Evangelio según san Juan.
Jn. 21:14-25
En aquel tiempo, Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. Después de haber comido, preguntó Jesús a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Respondió él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.» Volvió a preguntarle por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Respondió él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dijo Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Insistió por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez ‘¿Me quieres?’ y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dijo Jesús: «Apacienta mis ovejas. «En verdad, en verdad te digo que, cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.» Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.» Pedro se volvió y vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?» Viéndole Pedro, preguntó a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?» Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sígueme.» Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro ‘No morirá’, sino ‘Si quiero que se quede hasta que yo venga’.» Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se pusieran por escrito una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran. Amén. [BJ-SAOGM]
Himno a la Theotokos.
Digno es, en verdad, aclamarte a ti, Theotokos, la siempre bienaventurada e inmaculada, y Madre de nuestro Dios. A la más honorable que los querubines y más gloriosa, incomparablemente que los serafines; a ti, la que incorruptamente, diste a luz al Verbo de Dios, a la verdaderamente Theotokos, te exaltamos.
Himno de la comunión. Salmo 18.
Su proclamación se ha divulgado por la tierra y sus palabras hasta los confines de la tierra. [BASJ] ¡Aleluya!
Himno después de la comunión.
Tono 2.
Vimos la luz verdadera. Recibimos el Espíritu celestial. Encontramos la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible, pues ella nos salvó.
DESPEDIDA
Gloria a ti, Dios nuestro. Gloria a ti.
Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, del santo, glorioso, y alabadísimo apóstol Pedro, la veneración de cuyas cadenas celebramos; y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.
Normas de Ayuno
Hoy toda clase de comida es permitida.