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Menaion - 6 de Enero
Santa Epifanía
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VÍSPERAS
SACERDOTE
Bendito sea nuestro Dios, eternamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
CORO: Amén.
Mientras se lee el salmo introductorio (103/104), el sacerdote, con la cabeza descubierta, se coloca frente a la Santa Mesa o frente al icono de Cristo en la solea, y recita en silencio las oraciones del encendido de las lámparas.
LECTOR
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Dios nuestro Rey.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Salmo 103 (104)
Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. Extiendes los cielos como una tienda, construyes tu morada sobre las aguas; las nubes te sirven de carroza, avanzas en las olas del viento; los vientos te sirven de mensajeros; el fuego llameante, de ministro. Asentaste la tierra sobre sus cimientos, y no vacilará jamás; la cubriste con el manto del océano, y las aguas se posaron sobre las montañas; pero a tu bramido huyeron, al fragor de tu trueno se precipitaron, mientras subían los montes y bajaban los valles: cada cual al puesto asignado. Trazaste una frontera que no traspasarán, y no volverán a cubrir la tierra. De los manantiales sacas los ríos, para que fluyan entre los montes; en ellos beben las fieras de los campos, el asno salvaje apaga su sed; junto a ellos habitan las aves del cielo, y entre las frondas se oye su canto. Desde tu morada riegas los montes, y la tierra se sacia de tu acción fecunda; haces brotar hierba para los ganados, y forraje para los que sirven al hombre. Él saca pan de los campos, y vino que le alegra el corazón; y aceite que da brillo a su rostro, y alimento que le da fuerzas. Se llenan de savia los árboles del Señor, los cedros del Líbano que El plantó: allí anidan los pájaros, en su cima pone casa la cigüeña. Los riscos son para las cabras, las peñas son madriguera de erizos. Hiciste la luna con sus fases, el sol conoce su ocaso. Pones las tinieblas y viene la noche, y rondan las fieras de la selva; los cachorros rugen por la presa, reclamando a Dios su comida. Cuando brilla el sol, se retiran, y se tumban en sus guaridas; el hombre sale a sus faenas, a su labranza hasta el atardecer. Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus criaturas. Ahí está el mar: ancho y dilatado, en él bullen, sin número, animales pequeños y grandes; lo surcan las naves, y el leviatán que modelaste para que retoce. Todos ellos aguardan a que les eches comida a su tiempo: se la echas, y la atrapan; abres tu mano, y se sacian de bienes; escondes tu rostro, y se espantan; les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras, cuando Él mira la tierra, ella tiembla; cuando toca los montes, humean. Cantaré al Señor, tocaré para mi Dios mientras exista: que le sea agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor. Que se acaben los pecadores en la tierra, que los malvados no existan más. ¡Bendice, alma mía, al Señor!
El sol, que conoce su ocaso; pones las tinieblas y viene la noche.
Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría. [CA-SAOGM]
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
¡Aleluya, aleluya, aleluya! Gloria a ti, oh Dios. (3 veces)
La esperanza nuestra, oh Señor, gloria a ti.
LETANÍA DE LA PAZ
DIÁCONO
En paz, roguemos al Señor.
CORO (después de cada petición)
Señor, ten piedad.
DIÁCONO
Por la paz de lo alto y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
Por la paz del mundo entero, la estabilidad de las santas Iglesias de Dios y la unión de todos, roguemos al Señor.
Por esta santa morada y por todos los que en ella entran con fe, devoción y temor de Dios, roguemos al Señor.
Por los cristianos piadosos y ortodoxos, roguemos al Señor.
Por nuestro arzobispo (N.), el honorable presbiterado y el diaconado en Cristo; por todo el clero y el pueblo, roguemos al Señor.
Por nuestra piadosa nación, por toda autoridad y poder roguemos al Señor.
Por esta ciudad (Monasterio, Pueblo, o Isla), por toda ciudad y país, y por los fieles que en ellos habitan, roguemos al Señor.
Por un clima benéfico, por la abundancia de los frutos de la tierra y por tiempos pacíficos, roguemos al Señor.
Por quienes viajan por mar, tierra o aire, por los enfermos, los afligidos, los cautivos y por su salvación, roguemos al Señor.
Por nuestra liberación de toda tribulación, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor.
Ampáranos, sálvanos, ten piedad de nosotros y protégenos, Dios, por tu gracia.
Conmemorando a la Santísima, pura, benditísima, y gloriosa doncella nuestra, la Theotokos y siempre Virgen María; con todos los santos, encomendémonos cada uno a sí mismo y unos a otros y nuestra vida entera a Cristo nuestro Dios.
CORO: A ti, Señor.
SACERDOTE
Pues a ti se debe toda gloria, honor y adoración: al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
CORO: Amén.
CORO
Tono 2.
Señor, a Ti he clamado, óyeme; óyeme, oh Señor. Señor, a Ti he clamado, óyeme; escucha la voz de mi oración, cuando Te invoque. Óyeme, oh Señor. [SAOGM]
Sea enderezada mi oración como incienso delante de Ti, y mis manos elevadas como sacrificio vespertino. Óyeme, oh Señor. [SAOGM]
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Pon, Señor, una guardia ante mi boca y vigila la puerta de mis labios.
Mi corazón no inclines a obras malas.
Que en negocios oscuros no me meta con los que hacen el mal. ¡No me dejes probar sus deleites!
Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá a la cabeza.
Mi oración denunciará siempre sus crímenes. Sus jefes fueron echados desde el peñón.
Comprendieron entonces que hablaba con bondad. Cuando la tierra se abrió a sus pies, sus huesos tapizaron la entrada del infierno.
Por lo tanto, oh Señor, hacia Ti vuelvo mis ojos, en Ti me refugio, no expongas mi vida.
Protégeme del lazo que me han tendido, de las trampas de los que hacen el mal.
Que en sus propias redes caigan los impíos mientras que sólo a mí se me abre paso.
Al Señor le imploro a grandes voces, al Señor le suplico a grandes voces.
En su presencia explayo mi lamento y ante Él relato mi aflicción.
Cuando en mí desfallece mi espíritu, pero Tú, ¿no conoces mi sendero?
En el camino por donde pasaba ocultaron una trampa.
Dirige a la derecha tu mirada y ve cómo ninguno me conoce.
Lejos de mí está cualquier refugio, nadie se preocupa de mi vida.
¡A Ti clamo, Señor, a Ti Te digo: “Tú eres mi esperanza, mi parte en la tierra de los que viven!”
Atiende a mi clamor porque estoy muy decaído.
Ponme a salvo de mis perseguidores, que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión para que dé gracias a tu nombre.
Una ronda harán los justos en torno a mí al saber los favores que me has hecho.
Desde el abismo clamo a Ti, Señor. ¡Señor, escucha mi voz!
¡Que tus oídos pongan atención al clamor de mis súplicas!
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Del Menaion - - -
Idiómelon. Tono 2.
Señor, si no Te olvidas de las faltas, ¿quién podrá subsistir? Pero de Ti procede el perdón. [SAOGM]
El Precursor contempló a nuestra iluminación, a Quien ha traído luz a toda la humanidad, acercándose para el bautismo, su alma se regocijó y su mano tembló. Se lo señaló al pueblo diciendo: Contemplen al Redentor de Israel, Al que nos libra de la corrupción. Oh Cristo nuestro Dios sin pecado, gloria a Ti. [MST]
Idiómelon. Tono 2.
Espero, Señor, mi alma espera, confío en tu palabra; mi alma cuenta con el Señor. [SAOGM]
El Precursor contempló a nuestra iluminación, a Quien ha traído luz a toda la humanidad, acercándose para el bautismo, su alma se regocijó y su mano tembló. Se lo señaló al pueblo diciendo: Contemplen al Redentor de Israel, Al que nos libra de la corrupción. Oh Cristo nuestro Dios sin pecado, gloria a Ti. [MST]
Idiómelon. Tono 2.
Como confía en la aurora el centinela, así Israel confíe en el Señor. [SAOGM]
Los ejércitos de los Ángeles se llenaron de temor, mientras vieron a nuestro Liberador ser bautizado por un siervo y recibiendo testimonio por la venida del Espíritu. Y la voz del Padre se escuchó desde lo alto diciendo: Aquel, sobre Quien el Precursor pone su mano, Él mismo es Mi Hijo amado en Quien me complazco. Oh Cristo nuestro Dios, gloria a Ti. [MST]
Idiómelon. Tono 2.
Porque junto al Señor está su bondad y la abundancia de sus liberaciones, y Él liberará a Israel de todas sus culpas. [SAOGM]
Los ejércitos de los Ángeles se llenaron de temor, mientras vieron a nuestro Liberador ser bautizado por un siervo y recibiendo testimonio por la venida del Espíritu. Y la voz del Padre se escuchó desde lo alto diciendo: Aquel, sobre Quien el Precursor pone su mano, Él mismo es Mi Hijo amado en Quien me complazco. Oh Cristo nuestro Dios, gloria a Ti. [MST]
Idiómelon. Tono 2.
¡Alaben al Señor en todas las naciones, y festéjenlo todos los pueblos! [SAOGM]
Las corrientes del Jordán Te recibieron a Ti que eres la Fuente, y el Consolador descendió en la forma de una paloma. El que inclinó los cielos, inclinó Su cabeza, y el barro le clamó en voz alta Al que lo modeló: ¿Por qué me mandas lo que está más allá de mi poder? Pues soy yo quien necesita ser bautizado por Ti. Oh Cristo nuestro Dios sin pecado, gloria a Ti. [MST]
Idiómelon. Tono 2.
Pues su amor hacia nosotros es muy grande, y la lealtad del Señor es para siempre. [SAOGM]
Deseando salvar al hombre extraviado, Tú no despreciaste el revestirte a Ti mismo en la forma de un siervo. Pues era conveniente para Ti, como Señor y Dios, tomar sobre Ti nuestra naturaleza por causa nuestra. Pues Tú, oh Liberador, fuiste bautizado en la carne, haciéndonos dignos del perdón. Por eso Te clamamos: Oh Cristo nuestro Dios y Benefactor, gloria a Ti. [MST]
Gloria. Ahora y siempre.
Del Menaion - - -
Tono 2.
Tú inclinaste Tu cabeza ante el Precursor y aplastaste las cabezas de los dragones. Tú has descendido a las aguas y le has dado luz a todas las cosas, para que ellas pudieran glorificarte, oh Salvador, Tú, la Iluminación de nuestras almas. [MST]
DIÁCONO (en voz baja)
Roguemos al Señor.
SACERDOTE (en voz baja)
ORACIÓN DE LA ENTRADA
A la tarde, a la mañana y al medio día, Te alabamos, Te bendecimos, Te damos gracias y te suplicamos, Maestro de todo, Señor amante de la humanidad. Dirige nuestra oración como incienso ante Ti, y no inclines nuestros corazones a palabras o pensamientos de maldad; antes bien, líbranos de todos los que persiguen nuestras almas, pues, Señor, Señor, en Ti están nuestros ojos y en Ti esperamos; no nos dejes avergonzados, Dios nuestro.
DIÁCONO
¡Sabiduría! ¡De pie!
CLERO Y PUEBLO
Tono 2.
Luz apacible de la santa gloria del Padre Inmortal, Celestial, Santo, y Bendito: Jesús Cristo. Al llegar a la puesta del sol, viendo la luz vespertina, cantamos himnos al Padre, Hijo, y Espíritu Santo—Dios. Digno es en todo tiempo cantarte con voces propicios, Hijo de Dios y Dador de Vida, por lo cual el mundo Te glorifica. [SAOGM]
DIÁCONO
Vespertino...
LECTOR
Lectura del libro de Génesis.
DIÁCONO
¡Sabiduría! ¡Atendamos!
LECTOR
Gn. 1:1-13
En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era caos y confusión: oscuridad cubría el abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y separó Dios la luz de la oscuridad; llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad llamó «noche». Atardeció y amaneció: día primero. Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las separe unas de otras.» E hizo Dios el firmamento; separó las aguas de por debajo del firmamento de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. Llamó Dios al firmamento «cielo». Atardeció y amaneció: día segundo. Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue. Llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mar»; y vio Dios que estaba bien. Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto según su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue. La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla según sus especies y árboles que dan fruto con la semilla dentro según sus especies; y vio Dios que estaba bien. Atardeció y amaneció: día tercero. [BJ-SAOGM]
CORO
Tono 5 (plagal 1).
Apareciste en el universo, siendo el Creador del universo, para iluminar a los que habitan en tinieblas. Oh Filántropo, ¡gloria a Ti! [unES]
Verso: ¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga, que nos muestre su rostro radiante! [BJ-SAOGM]
Para iluminar a los que habitan en tinieblas. Oh Filántropo, ¡gloria a Ti! [unES]
Verso: Así conozca la tierra su proceder, y todas las naciones su salvación. [BJ-SAOGM]
Para iluminar a los que habitan en tinieblas. Oh Filántropo, ¡gloria a Ti! [unES]
Verso: ¡Que los pueblos te den gracias, oh Dios, que todos los pueblos te den gracias! La tierra ha dado su cosecha. [BJ-SAOGM]
Para iluminar a los que habitan en tinieblas. Oh Filántropo, ¡gloria a Ti! [unES]
Verso: Dios, nuestro Dios, nos bendice. ¡Dios nos bendiga y lo teman todos los confines de la tierra! [BJ-SAOGM]
Para iluminar a los que habitan en tinieblas. Oh Filántropo, ¡gloria a Ti! [unES]
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Apareciste en el universo, siendo el Creador del universo, para iluminar a los que habitan en tinieblas. Oh Filántropo, ¡gloria a Ti! [unES]
LECTOR
Lectura del segundo libro de Reyes.
DIÁCONO
¡Sabiduría! ¡Atendamos!
LECTOR
2 R. 2:6 – 14
Elías le dijo a Eliseo: «Quédate aquí, porque el Señor me envía al Jordán.» Respondió: «¡Por el Dios vivo y por tu propia vida, que no te dejaré!» Y los dos continuaron caminando. Cincuenta hombres de los discípulos de los profetas iban también de camino y se pararon frente (al Jordán), a cierta distancia de Elías y Eliseo, que se detuvieron al lado del Jordán. Elías se quitó el manto, lo enrolló y golpeó con él las aguas, que se separaron a un lado y a otro, y ambos pasaron sobre terreno seco. Mientras pasaban, Elías dijo a Eliseo: «Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de que sea arrebatado de tu lado.» Eliseo respondió: «Que pasen a mí dos tercios de tu espíritu.» Replicó: «Pides algo difícil. Si alcanzas a verme cuando sea arrebatado de tu lado, entonces pasará a ti; si no, no pasará.» Iban hablando mientras caminaban, cuando de pronto un carro de fuego con caballos de fuego los separó a uno del otro. Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo lo veía y clamaba: «¡Padre mío, padre mío! ¡Carros y caballería de Israel!» Cuando dejó de verlo, agarró sus vestidos y los desgarró en dos. Recogió el manto que había caído de las espaldas de Elías, volvió al Jordán y se detuvo a la orilla. Tomó el manto que había caído de las espaldas de Elías y golpeó las aguas, pero éstas no se separaron. Dijo entonces: «¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?» Golpeó otra vez las aguas, que se separaron a un lado y a otro, y Eliseo pasó sobre terreno seco. [BJ-SAOGM]
CORO
Tono 6 (plagal 2).
A los pecadores y publicanos te manifestaste, Salvador nuestro, por la abundancia de tu misericordia. Pues ¿dónde debería brillar tu luz, sino entre los que habitan en tinieblas? ¡Gloria a Ti! [JB]
Verso: Reina el Señor, vestido de majestad; el Señor, vestido y ceñido de poder. [BJ-SAOGM]
¿Dónde debería brillar tu luz, sino entre los que habitan en tinieblas? ¡Gloria a Ti! [JB]
Verso: Levantan los ríos, Señor, levantan los ríos su voz. [BJ-SAOGM]
¿Dónde debería brillar tu luz, sino entre los que habitan en tinieblas? ¡Gloria a Ti! [JB]
Verso: Más que el ruido de aguas caudalosas, más imponente que las olas del mar, es imponente el Señor en las alturas. [BJ-SAOGM]
¿Dónde debería brillar tu luz, sino entre los que habitan en tinieblas? ¡Gloria a Ti! [JB]
Verso: La santidad es el ornato de tu casa, oh Señor, por días sin término. [BJ-SAOGM]
¿Dónde debería brillar tu luz, sino entre los que habitan en tinieblas? ¡Gloria a Ti! [JB]
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
A los pecadores y publicanos te manifestaste, Salvador nuestro, por la abundancia de tu misericordia. Pues ¿dónde debería brillar tu luz, sino entre los que habitan en tinieblas? ¡Gloria a Ti! [JB]
LECTOR
Lectura del segundo libro de Reyes.
DIÁCONO
¡Sabiduría! ¡Atendamos!
LECTOR
2 R. 5:9 – 14
Naamán, jefe del ejército de Siria, llegó con sus caballos y carros y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo. Éste envió un mensajero a decirle: «Ve y lávate siete veces en el Jordán. Tu carne te renacerá y quedarás limpio.» Naamán se enfadó y se marchó diciendo: «Yo había pensado que saldría seguramente a mi encuentro, se detendría, invocaría el nombre de su Dios, frotaría con su mano mi parte enferma y sanaría de la lepra. ¿No son mejores que todas las aguas de Israel el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco? ¡Podía bañarme en ellos y quedar limpio!» Se dio la vuelta y se marchó furioso. Sus servidores se le acercaron y le dijeron: «Padre mío, si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil, ¿no la habrías hecho? ¡Cuánto más si te ha dicho que te laves y que quedarás limpio!» Bajó, pues, y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra del hombre de Dios. Su carne volvió a ser como la de un niño pequeño. Quedó limpio. [BJ-SAOGM]
Lectura apostólica
De la fiesta.
DIÁCONO
¡Atendamos!
LECTOR
Proquímeno. Tono 3. Salmo 26.
El Señor es mi luz y mi salvación.
Verso: El Señor es el refugio de mi vida. [BJ-SAOGM]
DIÁCONO
¡Sabiduría!
LECTOR
Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios.
DIÁCONO
¡Atendamos!
LECTOR
1 Co. 9:19 – 27
Hermanos, a pesar de sentirme libre respecto de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda. Me he hecho judío con los judíos, para ganar a los judíos; es decir que, para ganar a los que están bajo la Ley, me conduzco como alguien que está bajo la Ley —aun sin estarlo—. Por otra parte, para ganar a los que están sin ley, me conduzco como alguien que está sin ley, aunque, a decir verdad, no estoy sin ley de Dios, pues vivo bajo la ley de Cristo. Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos para salvar a algunos al precio que sea. Y todo esto lo hago por el Evangelio, para ser partícipe del mismo. Ya saben que en las carreras del estadio todos corren, pero sólo uno recibe el premio. ¡Pues corran, de manera que lo consigan! Los atletas se privan de todo, y total ¡por una corona que se marchita!; nosotros, en cambio, competimos por una inmarcesible. Así pues, yo corro, pero no sin ton ni son; y lucho como si fuera un púgil, pero no lanzando golpes al vacío; al contrario, golpeo mi cuerpo y lo esclavizo, no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado. [BJ-SAOGM]
SACERDOTE
Paz a ti lector.
CORO
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
(Se canta “Aleluya” tres veces. Los versículos correspondientes se encuentran en el documento “Liturgia - partes variables” de la misma fecha.)
Santo Evangelio
ORACIÓN DEL SANTO EVANGELIO
SACERDOTE (en voz baja)
Soberano filántropo, haz brillar en nuestros corazones la luz pura de tu conocimiento, y abre los ojos de nuestro entendimiento a la comprensión de tus predicaciones evangélicas; inculca asimismo en nosotros el temor de tus bienaventurados mandamientos a fin de que, habiendo pisoteado todos los deseos carnales, vayamos en busca de un espiritual modo de vida, pensando y obrando cuanto es de tu agrado. Porque tú eres la iluminación de nuestras almas y cuerpos, Cristo Dios, y a ti rendimos gloria junto con tu Padre que no tiene principio y con tu santísimo, bondadoso y vivificador Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
DIÁCONO
¡Sabiduría! ¡De pie! Escuchemos el santo Evangelio.
SACERDOTE: Paz a todos.
CORO: Y a tu espíritu.
DIÁCONO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
SACERDOTE
¡Atendamos!
CORO
¡Gloria a ti, Señor, gloria a ti!
DIÁCONO
3:1 – 18
En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene, y durante el pontificado de Anás y Caifás, Juan, hijo de Zacarías, recibió en el desierto la palabra de Dios. Y fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: ‘Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderezcan sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se volverá recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios.’ Decía, pues, a la gente que acudía para que les bautizara: «¡Raza de víboras!, ¿quién les ha enseñado a huir de la ira inminente? Den, más bien, frutos dignos de conversión, y no anden diciendo en su interior: ‘Tenemos por padre a Abrahán’, pues les digo que Dios puede de estas piedras dar hijos a Abrahán. Ya está el hacha preparada junto a la raíz de los árboles, de modo que todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.» La gente le preguntaba: «Entonces, ¿qué debemos hacer?» Él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.» Vinieron también publicanos a bautizarse, que le preguntaron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?» Él les respondió: «No exijan más de lo que les está fijado.» Le preguntaron también unos soldados: «Y nosotros ¿qué debemos hacer?» Él les contestó: «No hagan extorsión a nadie; no hagan denuncias falsas y estén contentos con su soldada.» Como la gente estaba expectante y andaban todos pensando para sus adentros acerca de Juan, si no sería él el Cristo, declaró Juan a todos: «Yo los bautizo con agua. Pero está a punto de llegar alguien que es más fuerte que yo, a quien ni siquiera soy digno de desatarle la correa de sus sandalias; él los bautizará con Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para aventar su parva: recogerá el trigo en su granero, pero quemará la paja con fuego que no se apaga.» Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba a la gente la Buena Nueva. [BJ-SAOGM]
SACERDOTE
Paz a ti, evangelizador.
CORO
¡Gloria a ti, Señor, gloria a ti!
LETANÍA FERVIENTE
DIÁCONO
Digamos con toda el alma, y con todo nuestro entendimiento, digamos:
CORO: Señor, ten piedad.
DIÁCONO
Señor Omnipotente, Dios de nuestros padres, te suplicamos: escúchanos y ten piedad.
CORO: Señor, ten piedad.
DIÁCONO
Ten piedad de nosotros, Dios nuestro, por tu gran misericordia, te suplicamos, escúchanos y ten piedad.
CORO (después de cada petición)
Señor, ten piedad. (3 veces)
DIÁCONO
También te suplicamos por los piadosos cristianos ortodoxos.
También suplicamos por nuestro arzobispo (N.),
Suplicamos aún por nuestros hermanos los sacerdotes, los hieromonjes, los hierodiáconos, los monjes, y por toda nuestra hermandad en Cristo.
Suplicamos aún por piedad, vida, paz, salud, salvación, visitación, perdón y remisión de los pecados de los servidores de Dios, de todos los piadosos cristianos ortodoxos, de los habitantes y visitantes que están en esta ciudad (o pueblo, o parroquia, o monasterio); de las parroquias, los administradores y bienhechores de esta santa iglesia.
Suplicamos aún por los bienaventurados y siempre recordados fundadores de esta santa iglesia (o monasterio), y por todos nuestros padres y hermanos que nos precedieron y que yacen piadosamente aquí, y por todos los ortodoxos.
Suplicamos aún por los benefactores y bienhechores de este santo y venerable templo, por los que se fatigan trabajando en él, por sus cantores, y por todo el pueblo presente que espera de ti tu grande y copiosa misericordia.
SACERDOTE
Porque eres Dios misericordioso y amante de la humanidad, y rendimos gloria a ti: al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
CORO
Amén.
LECTOR
Concede, Señor, guardarnos esta noche sin pecado. Bendito eres Señor, Dios de nuestros padres, y alabado y glorificado sea tu nombre por los siglos. Amén. Sea sobre nosotros tu misericordia, Señor, pues hemos esperado en Ti. Bendito seas, oh Señor, instrúyeme en tus mandamientos. Bendito seas, oh Maestro, hazme entender tus mandamientos. Bendito seas, oh Santo, ilumíname con tus mandamientos. Señor, tu misericordia es eterna, no desprecies la obra de tus manos. A Ti la alabanza, a Ti nuestros cánticos, a Ti la gloria, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. [SAOGM] ( Amén. )
LETANÍA COMPLETIVA
DIÁCONO
Completemos nuestra oración vespertina al Señor.
CORO: Señor, ten piedad.
DIÁCONO
Ampáranos, sálvanos, ten piedad de nosotros y protégenos, Dios, por tu gracia.
CORO: Señor, ten piedad.
DIÁCONO
Que esta noche entera sea perfecta, santa, pacífica y sin pecado, roguemos al Señor.
CORO (después de cada petición)
Concédelo, Señor.
DIÁCONO
Un ángel de paz, guía fiel y custodio de nuestras almas y cuerpos, pidamos al Señor.
Perdón y remisión de nuestros pecados y transgresiones, pidamos al Señor.
Cuanto es bueno y conveniente para nuestras almas, y por la paz del mundo, pidamos al Señor.
Que el tiempo restante de nuestra vida se complete en paz y penitencia, pidamos al Señor.
Un fin cristiano de nuestra vida, exento de dolor y vergüenza, pacífico, y una buena defensa ante el temible tribunal de Cristo, pidamos al Señor.
Conmemorando a la Santísima, pura, benditísima, y gloriosa doncella nuestra, la Theotokos y siempre Virgen María; con todos los santos, encomendémonos cada uno a sí mismo y unos a otros y nuestra vida entera a Cristo nuestro Dios.
CORO: A ti, Señor.
SACERDOTE
Porque eres un Dios bondadoso y filántropo, y a ti rendimos gloria; al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
CORO: Amén.
SACERDOTE: Paz a todos.
CORO: Y a tu espíritu.
DIÁCONO
Inclinemos la cabeza ante el Señor.
CORO: A ti, Señor.
SACERDOTE (en voz baja)
Señor Dios nuestro, que inclinaste los cielos y descendiste para la salvación del género humano, mira a tus siervos y a tu heredad. Ante Ti, juez temible y amante de la humanidad, han inclinado las cabezas tus siervos y han doblado la cerviz, no esperando auxilio de los hombres, sino confiando en tu misericordia y deseando tu salvación. Guárdalos en todo tiempo, por esta tarde y por la noche venidera, de todo enemigo y de toda operación maligna del diablo y de pensamientos vanos y de fantasías inicuas.
SACERDOTE (en voz alta)
Bendito y glorificado sea el poder de tu reino, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
CORO: Amén.
Apóstija de la fiesta.
Del Menaion - - -
Idiómelon 1. Tono 2.
Viéndolo, Oh Cristo nuestro Dios, acercándose hacia él en el río Jordán, dijo Juan: “¿Por qué, Tú que no tienes mancha alguna, vienes hacia el siervo, Oh Señor? ¿En el nombre de quién yo he de bautizarte? ¿Del Padre? Pero Tú lo llevas en Ti mismo. ¿Del Hijo? Pues Tú eres este Hijo que se hizo carnes. ¿Del Espíritu Santo? Que Tu conociste darlo por medio de la boca, a los files.” Oh Dios, Tú que apareciste; ten piedad de nosotros. [AM]
Idiómelon 2. Tono 2.
Verso: El mar lo vio y huyó, el Jordán retrocedió. [BJ-SAOGM]
Te vieron, Oh Dios, las aguas; las aguas Te vieron y temblaron. Pues los Querubines no pueden alzar sus ojos hacia Tu Gloria, tampoco pueden fijar en Ti y contemplarte los Serafines. Pero estando de pie con miedo ante Ti, los primeros Te levantan, y los segundos glorifican Tu Poder. Y nosotros, Oh Compasivo, junto a ellos, proclamamos Tus Alabanzas diciendo: “¡Oh Dios, Tú que apareciste; ten piedad de nosotros!” [AM]
Idiómelon 3. Tono 2.
Verso: Mar, ¿qué te pasa que huyes, y tú, Jordán, que retrocedes? [BJ-SAOGM]
Hoy el Creador de los cielos y de la tierra viene en la carne al Jordán, pidiendo ser bautizado, para limpiar al mundo del error del enemigo, Él que está exento del pecado, el Soberano de todos, es bautizado por un siervo, y otorgará al mundo la purificación por medio de las aguas. Exclamémosle pues diciendo: “¡Oh Dios, Tú que apareciste; ten piedad de nosotros!” [AM]
Gloria. Ahora y siempre.
Del Menaion - - -
Tono 6 (plagal 2).
Cuando la lámpara luminosa, que nació de la mujer estéril, vio al Sol que viene de la Virgen, pidiendo el bautismo en el Jordán; con miedo y alegría exclamó hacia Él: “Santifícame, Oh Señor, por Tu Divina Epifanía” [AM]
SACERDOTE
Himno de S. Simeón.
Ahora, Señor, dejas en paz a tu siervo, según tu palabra. Porque mis ojos han visto tu salvación, la cual tenías destinada ante la faz de todos los pueblos. Luz que ilumine a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. [SAOGM]
TODOS
Trisagio.
Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Soberano, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
SACERDOTE
Porque tuyos son el reino, y el poder, y la gloria: del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
CORO: Amén.
Apolitiquio de la fiesta.
Del Menaion - - -
Tono 1.
Cuando fuiste bautizado oh Señor, en el Jordán, la adoración a la Trinidad fue manifestada. Porque la voz del Padre dio testimonio de Ti, llamándote: Hijo Amado; y el Espíritu en forma de paloma, confirmó la certeza de la palabra. Oh Cristo nuestro Dios que apareciste e iluminaste al mundo, gloria a Ti. [unES] (3 veces)
DIÁCONO: ¡Sabiduría!
LECTOR: Bendice, soberano.
SACERDOTE
El que es bendito, Cristo nuestro Dios, eternamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
CORO: Amén.
JERARCA o LECTOR
Que el Señor Dios afirme la fe santa e irreprochable de los cristianos piadosos y ortodoxos, junto con esta Santa Iglesia y esta ciudad por los siglos de los siglos.
CORO: Amén.
SACERDOTE
Gloria a ti, Dios nuestro. Gloria a ti.
El que se dignó a ser bautizado por Juan en el Jordán, para nuestra salvación, Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.
Por las oraciones de nuestros santos padres, Señor Jesús Cristo Dios, ten piedad de nosotros y sálvanos.
CORO: Amén.