Libros - Fuentes
Horologio
Menaion - 25 de Diciembre
__________
VIGILIA NAVIDEÑA
Grandes Completas
SACERDOTE
Bendito sea nuestro Dios, eternamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
( Amén. )
SACERDOTE
Gloria a ti, Dios nuestro. Gloria a ti.
Rey Celestial, Consolador, Espíritu de Verdad, que estás en todo lugar y que todo lo llenas, Tesoro de bienes y Dador de la vida, ven y toma tu morada entre nosotros, purifícanos de toda mancha, y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.
LECTOR
Amén.
Trisagio.
Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Soberano, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
SACERDOTE
Porque tuyos son el reino, y el poder, y la gloria: del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
LECTOR
Amén. Señor, ten piedad. (12 veces)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Dios nuestro Rey.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Salmo 4
¡Cuando llamo, respóndeme, Dios mi defensor! En la angustia tú me has dado sosiego: ten compasión de mí y escucha mi oración. ¿Hasta cuándo, señores, no querrán entender? ¿Por qué aman la falsedad y buscan la mentira? Sepan que por mí maravillas hace el Señor, tan pronto como lo llamo, él me escucha. Si tienen rabia, no se arriesguen, guárdenlo para ustedes, en la cama, y quédense luego callados. Según la ley ofrezcan sacrificios y pongan su confianza en el Señor. Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha? ¡Muéstranos, Señor, tu rostro alegre!» Que rebosen de trigo y vino, más alegría das tú a mi corazón. En paz me acuesto y en seguida me duermo, pues tú sólo, Señor, me das seguridad. [SAOGM]
Salmo 6
Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues si estás enojado. Ten compasión de mí que estoy sin fuerzas; sáname pues no puedo sostenerme. Aquí estoy sumamente perturbado, y tú, Señor, ¿hasta cuándo?... Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión. Pues, ¿quién se acordará de ti entre los muertos? ¿Quién te alabará donde reina la muerte? Extenuado estoy de tanto gemir, cada noche empapo mi cama y con mis lágrimas inundo mi lecho. Mis ojos se consumen de tristeza, he envejecido al ver tantos enemigos. Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto. El Señor atendió mi súplica, el Señor recogió mi oración. ¡Que todos mis contrarios se confundan, y no puedan reponerse, que en un instante se corran, llenos de vergüenza! [SAOGM]
Salmo 12 (13)
¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro? ¿Hasta cuándo sentiré angustia en mi alma y tristeza en mi corazón, día tras día? ¿Hasta cuándo mi enemigo triunfará a costa mía? ¡Señor, Dios mío, mírame y respóndeme! Ilumina mis ojos para que no me duerma con los muertos, y no diga mi enemigo que acabó conmigo, ni mis adversarios se alegren al verme vacilar. En cuanto a mí, confío en tu bondad; conoceré la alegría de tu salvación y cantaré al Señor que me ha tratado bien. [SAOGM]
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
¡Aleluya, aleluya, aleluya! Gloria a ti, oh Dios. (3 veces)
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 24 (25)
A ti, Señor, elevo mi alma, a ti que eres mi Dios. En ti he confiado, que no quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos. Los que esperan en ti no serán confundidos, pero sí lo serán quienes te mienten. Haz, Señor, que conozca tus caminos, muéstrame tus senderos. En tu verdad guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi Dios y mi Salvador. Te estuve esperando todo el día, sé bueno conmigo y acuérdate de mí. Acuérdate que has sido compasivo y generoso desde toda la eternidad. No recuerdes las faltas ni los extravíos de mi juventud; pero acuérdate de mí según tu amor. El Señor es bueno y recto; por eso muestra el camino a los que han pecado. Dirige los pasos de los humildes, y muestra a los sencillos el camino. Amor y lealtad son todos sus caminos, para el que guarda su alianza y sus mandatos. ¡Rinde honor a tu nombre, Señor, y perdona mi deuda, que es muy grande! En cuanto un hombre teme al Señor, él le enseña a escoger su camino. Su alma en la dicha morará, y sus hijos heredarán la tierra. El secreto del Señor es para quien lo teme, le da el conocimiento de su alianza. Mis ojos nunca se apartan del Señor, pues él saca mis pies de la trampa. Mírame y ten compasión de mí, que estoy solo y desvalido. Afloja lo que aprieta mi corazón y hazme salir de mis angustias. Contempla mi miseria y mi fatiga y quítame de encima todos mis pecados. Mira cuántos son mis enemigos y con qué odio violento me persiguen. Defiende mi vida, líbrame: no quede confundido de haber confiado en ti. Integridad y rectitud me guardarán, en ti, Señor, he puesto mi confianza. Oh Dios, redime a Israel de todas sus angustias. [SAOGM]
Salmo 30 (31)
A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado: ¡tú que eres justo, ponme a salvo! Inclina tu oído hacia mí, date prisa en librarme. Sé para mí una roca de refugio, el recinto amurallado que me salve. Porque tú eres mi roca y mi fortaleza; por tu nombre me guías y diriges. Sácame de la red que me han tendido, porque eres tú mi refugio. En tus manos encomiendo mi espíritu, y tú, Señor, Dios fiel, me librarás. Aborreces a los que adoran ídolos vanos, pero yo confío en el Señor. Gozaré y me alegraré de tu bondad porque has mirado mi aflicción y comprendido la angustia de mi alma; no me dejaste en manos del enemigo, me has hecho caminar a campo abierto. Ten piedad de mí, Señor, pues estoy angustiado; mis ojos languidecen de tristeza. Mi vida se consume en la aflicción y mis años entre gemidos; mi fuerza desfallece entre tanto dolor y mis huesos se deshacen. Mi enemigo se alegra, mis vecinos se horrorizan, y se espantan de mí mis conocidos: si me ven en la calle, se alejan de mí. Se olvidaron de mí, como de un muerto, soy como un objeto inservible. Oigo los cuchicheos de la gente, y se asoma el terror por todas partes. Se unieron todos en mi contra, tramaron arrebatarme la vida. Pero yo, Señor, confío en ti, yo dije: Tú eres mi Dios. Mi porvenir está en tus manos, líbrame de los enemigos que me persiguen. Que sobre tu servidor brille tu rostro, sálvame por tu amor. A ti clamé, Señor, no sea confundido; confundidos sean los impíos, lánzalos a la mansión del silencio. Enmudece los labios embusteros, que hablan insolencias contra el justo con orgullo y desprecio. Qué bondad tan grande, Señor, es la que reservas para los que te temen. Se la brindas a los que en ti esperan, a la vista de los hijos de los hombres. En secreto, junto a ti los escondes, lejos de las intrigas de los hombres; los mantienes ocultos en tu carpa, y los guardas de las querellas. Bendito sea el Señor, su gracia hizo maravillas para mí: Mi corazón es como una ciudad fuerte. Yo decía en mi desconcierto: «Me ha arrojado de su presencia.» Pero tú oías la voz de mi plegaria cuando clamaba a ti. Amen al Señor todos sus fieles, pues él guarda a los que le son leales, pero les devolverá el doble a los soberbios. Fortalezcan su corazón, sean valientes, todos los que esperan en el Señor. [SAOGM]
Salmo 90 (91)
Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Omnipotente, dile al Señor: «Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza.» El te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia; te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil, a tu derecha, tú estarás fuera de peligro: su lealtad será tu escudo y armadura. Basta que mires con tus ojos y verás cómo se le paga al impío. Pero tú dices: «Mi amparo es el Señor,» tú has hecho del Altísimo tu asilo. La desgracia no te alcanzará ni la plaga se acercará a tu tienda: pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en todos tus caminos. En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra; andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones. «Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció. Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. Alargaré sus días como lo desea y haré que pueda ver mi salvación.» [SAOGM]
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
¡Aleluya, aleluya, aleluya! Gloria a ti, oh Dios. (3 veces)
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
(leer)
Tono 6 (plagal 2).
Dios está con nosotros. Entiendan, naciones, que serán derrotadas. Porque Dios está con nosotros. [BJ-SAOGM]
Escuchen, confines de la tierra. Porque Dios está con nosotros.
Aunque sean fuertes, serán derrotados. Porque Dios está con nosotros.
Porque aunque se vuelvan poderosas, de nuevo serán derrotados. Porque Dios está con nosotros.
Y si trazan un plan, fracasará por el Señor. Porque Dios está con nosotros.
Y si dicen una palabra, no se cumplirá. Porque Dios está con nosotros.
Y de sus amenazas no tengamos miedo ni temblemos. Porque Dios está con nosotros.
Al Señor Sebaot tenemos por Santo, y a Él tememos. Porque Dios está con nosotros.
Y confiado en Él, Él me será un Santuario. Porque Dios está con nosotros.
Y esperaré por Él, y seré salvo. Porque Dios está con nosotros.
Aquí estamos yo y los hijos que me ha dado el Señor. Porque Dios está con nosotros.
El pueblo que andaba a oscuras vio una gran luz. Porque Dios está con nosotros.
Los que vivían en la tierra de sombras, una luz brillará sobre ustedes. Porque Dios está con nosotros.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Porque Dios está con nosotros.
Estará el señorío sobre su hombro. Porque Dios está con nosotros.
Y su paz no tendrá fin. Porque Dios está con nosotros.
Llevará por nombre: «Mensajero del Gran Consejo.» Porque Dios está con nosotros.
Maravilla de Consejero. Porque Dios está con nosotros.
Dios Fuerte, Soberano, Príncipe de Paz. Porque Dios está con nosotros.
Padre del Siglo Venidero. Porque Dios está con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Porque Dios está con nosotros.
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. Porque Dios está con nosotros.
Dios está con nosotros. Entiendan, naciones, que serán derrotadas.
Porque Dios está con nosotros.
(leer)
Habiendo llegado al final del día, te doy gracias, Señor, y te suplico otorgarme, Salvador, pasar sin pecado esta tarde y la noche, y sálvame. [unES]
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Habiendo llegado al final del día, te glorifico, Soberano, y te suplico otorgarme, Salvador, pasar sin tropiezo esta tarde y la noche, y sálvame. [unES]
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Habiendo llegado al final del día, te alabo, Santo, y te suplico otorgarme, Salvador, pasar sin dolencia esta tarde y la noche, y sálvame. [unES]
(leer)
Tono 6 (plagal 2).
La naturaleza de los querubines incorpóreos, Te glorifica con alabanzas incesantes. [unES]
Y los serafines, los seres de seis alas te exaltan con himnos, sin cesar.
Y todos los ejércitos angelicales te alaban con el himno tres veces Santo.
Porque tú, Padre, existes antes de todo, y tu Hijo que no tiene principio te iguala en la eternidad.
Y como llevas al Espíritu de la Vida, que te iguala en el honor, revelas que la Trinidad es indivisible.
¡Santísima Virgen Madre de Dios, y ustedes, los ministros y testigos oculares del Verbo!
¡Legiones de los Profetas y mártires, que poseen la vida eterna!
¡Intercedan sin cesar, por todos nosotros caídos en apuros!
Así, siendo salvados de los errores del malvado; con alabanzas angelicales exclamemos el himno:
Santo, Santo, Santo, oh Señor tres-veces Santo, ten piedad de nosotros y sálvanos. Amén.
El Credo
Creo en un solo Dios Padre omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Y en un solo Señor Jesús Cristo, unigénito Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos; Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma esencia que el Padre, por quien todo fue hecho. Quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió de los cielos, y se encarnó del Espíritu santo y de María la Virgen, y se hizo hombre. Fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato, padeció y fue sepultado. Y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. Y ascendió a los cielos y está sentado a la diestra del Padre. Y de nuevo vendrá, con gloria, para juzgar a los vivos y a los muertos y su reino no tendrá fin. Y en el Espíritu santo, Señor, vivificador, que procede del Padre, que junto con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, que habló por medio de los profetas. En la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Confieso un solo bautismo para la remisión de los pecados. Espero la resurrección de los muertos, y la vida en la era futura. [SAOGM] Amén.
(leer)
Tono 6 (plagal 2).
Santísima Soberana y Madre de Dios, intercede por nosotros, pecadores. [unES]
Todos los poderes celestiales y los santos arcángeles, intercedan por nosotros, pecadores.
San Juan, bautista, profeta y precursor de nuestro Señor Jesús Cristo, intercede por nosotros, pecadores.
Santos y gloriosos apóstoles, profetas, mártires y todos los santos, intercedan por nosotros, pecadores.
Justos y teóforos padres, pastores y maestros del mundo, intercedan por nosotros, pecadores
(Santo del templo local), intercede por nosotros, pecadores.
Oh invencible, inefable y divino poder de la preciosa y vivificadora Cruz, no nos abandones a nosotros, pecadores.
Oh Dios, sé misericordioso con nosotros, los pecadores, y ten piedad de nosotros.
Trisagio.
Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Soberano, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
SACERDOTE
Porque tuyos son el reino, y el poder, y la gloria: del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
( Amén. )
LECTOR
Apolitiquio.
Del Menaion - - -
Tono 4.
Tu Nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, iluminó al mundo con la luz de la sabiduría, pues los que adoraban a los astros, por la estrella aprendieron a adorarte, oh Sol de Justicia, y a conocerte, Oriente de lo alto. ¡Oh Señor nuestro, gloria a Ti! [unES]
Señor, ten piedad. (40 veces)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Más honorable que los querubines y más gloriosa incomparablemente que los serafines, tú que sin mancha has engendrado a Dios, el Verbo, verdaderamente Theotokos, te alabamos.
En el nombre del Señor, bendice, Padre.
SACERDOTE
Por las oraciones de nuestros santos padres, Señor Jesús Cristo Dios, ten piedad de nosotros y sálvanos.
( Amén. )
Oración de S. Basilio
¡Señor! Señor, tú que nos has liberado de toda saeta que de día vuela, sálvanos también de todo lo que anda en la oscuridad. Recibe la elevación de nuestras manos, como una ofrenda vespertina. Haznos dignos también de pasar, sin reproche, el curso de la noche sin ser tentados por las cosas malas; y líbranos de toda perturbación y miedo que vienen a nosotros del demonio; concede a nuestras almas la contrición y a nuestros pensamientos la preocupación acerca del sondeo de tu juicio justo y temible. Clava nuestra carne en tu temor; y mortifica a nuestros miembros terrenales que, aun en la quietud del sueño, podemos también ser iluminados por la contemplación de tus preceptos. Retira de nosotros toda fantasía impropia y deseo dañino. Levántanos en la hora de la oración, firmes en la fe, y prósperos en tus mandamientos; por la complacencia, la gracia y la bondad de tu Hijo unigénito, con quien eres bendito, junto con tu santísimo, bueno y vivificador Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. [unES]
LECTOR
Amén.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Dios nuestro Rey.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Salmo 50 (51)
Ten piedad de mí, oh Dios, por tu bondad, por tu inmensa ternura borra mi delito, lávame a fondo de mi culpa, purifícame de mi pecado. Pues yo reconozco mi delito, mi pecado está siempre ante mí; contra ti, contra ti solo pequé, lo malo a tus ojos cometí. Por que seas justo cuando hablas e irreprochable cuando juzgas. Mira que nací culpable, pecador me concibió mi madre. Y tú amas la verdad en lo íntimo del ser, en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con hisopo hasta quedar limpio, lávame hasta blanquear más que la nieve. Devuélveme el son del gozo y la alegría, se alegren los huesos que tú machacaste. Aparta tu vista de mis yerros y borra todas mis culpas. Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un espíritu firme; no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu. Devuélveme el gozo de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso; enseñaré a los rebeldes tus caminos y los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios salvador mío, y aclamará mi lengua tu justicia; abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Pues no te complaces en sacrificios, si ofrezco un holocausto, no lo aceptas. Dios quiere el sacrificio de un espíritu contrito, un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias. ¡Sé benévolo y favorece a Sión, reconstruye los muros de Jerusalén! Entonces te agradarán los sacrificios legítimos –holocausto y oblación entera–, entonces se ofrecerán novillos en tu altar. [BJ-SAOGM]
Salmo 101 (102)
Señor, escucha mi plegaria, que mis gritos lleguen hasta ti. No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme. Pues mis días se esfuman, mis huesos se consumen como brasas; como hierba segada, mi corazón se seca y hasta me olvido de comer mi pan; con lo fuerte de mis sollozos, a través de la piel se ven mis huesos. Me parezco al pelícano del desierto, soy como la lechuza de las ruinas. Paso en vela gimiendo como un pájaro solo en un tejado. Todo el día me insultan mis enemigos, los que me adulan maldicen de mí. El pan que como es la ceniza, mezclo mi bebida con mis lágrimas; debido a tu cólera y a tu furor pues me arrancaste y me tiraste al suelo. Mis días son como la sombra que declina, y yo me voy secando como el pasto. Mas tú, Señor, reinas para siempre, y te invocan por todas las edades. Tú te levantarás, enternecido por Sión, pues ya es tiempo que de ellas te apiades, ya ha llegado la hora; tus siervos se encariñan con sus piedras y sienten pena al ver sus escombros. Entonces los pueblos respetarán tu nombre, y todos los reyes de la tierra, tu gloria; cuando el Señor reconstruya a Sión y se manifieste en su gloria, cuando atienda la oración del despojado y no se haga sordo a su plegaria. Escríbanlo para la nueva generación: un pueblo recreado alabará al Señor. Pues se inclinó de lo alto de su santuario, desde los cielos miró el Señor a la tierra para escuchar el gemido del cautivo y liberar a los condenados a muerte, para que resuene en Sión el nombre del Señor y su alabanza, en Jerusalén. Se reunirán entonces los pueblos y los reinos para adorar al Señor. Agotó mi fuerza en el camino, y ha abreviado mis días, pero yo digo: Dios mío, no me arranques a mitad de mis días, siendo que tus años corren de edad en edad. Hace tiempo que fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos; ellos perecerán, pero tú permaneces, todos se gastan como la ropa, los cambias como un vestido, y se mudan, pero tú eres el mismo, tus años no se acaban. Los hijos de tus siervos vivirán en ella y su raza siempre te servirá. [SAOGM]
SACERDOTE
Oración de Manasés, rey de Judá
Señor Todopoderoso, Dios de nuestros padres, Abraham, Isaac, Jacob y de su justa descendencia; Tú que has hecho el cielo y la tierra y todo lo formado en ellos; Tú que has ligado el mar por la palabra de Tu Orden; que has cerrado el profundo y lo has sellado por Tu Nombre Temible y Glorioso; Tú, a Quién todas las cosas temen, y ante Su Poder tiemblan; Pues la majestad de Tu Gloria no se puede resistir, y Tu Cólera de amenaza para con los pecadores es intolerable; Más la misericordia de Tu Promesa es inmensurable e inescrutable; Porque Tú eres el Señor Altísimo, el Compasivo, muy Longánimo, de abundante misericordia y se arrepiente de los males de las gentes contra mí. Tú, Señor, según Tu Gran Bondad, has prometido arrepentimiento y perdón a aquellos que pecaron contra Ti, y por Tu Infinita Compasión has fijado el arrepentimiento a los pecadores, para que ellos puedan salvarse. Por consiguiente, Tú, Señor, Dios de las potestades, no has fijado el arrepentimiento a los justo, a Abraham, a Isaac y a Jacob, que no han pecado contra Ti; pero Tú has fijado el arrepentimiento para mí, yo pecador; Porque mis pecados son más que las arenas del mar en número. Mis transgresiones se multiplicaron, Señor, se multiplicaron mis transgresiones, y yo no soy digno de mirar y fijar la vista contemplando la altura del cielo, por la multitud de mis iniquidades. Estoy encorvado por muchas cadenas de hierro, pues no pueda alzar mi cabeza a causa de mis pecados, ni tengo reposo; porque he provocado Tu Ira y he hecho lo malo ante Ti; no hice Tu Voluntad, ni guardé Tus Mandamientos; he levantado abominaciones y he multiplicado las cosas detestables. Por tanto, ahora inclino la rodilla de mi corazón, suplicando Tu Bondad: ¡Yo he pecado, Señor, he pecado, y reconozco mis iniquidades; pero humildemente Te pido, perdóname, Señor, perdóname, y no me destruyas con mis iniquidades. No estés enojado para siempre conmigo, reservando mis maldades para mí; ni me aprisiones en lo más profundo de la tierra; porque Tú, Señor, eres el Dios de los arrepentidos; y en mí muestras toda Tu Bondad; Porque soy indigno, y Tú me salvarás según Tu Gran Misericordia. Y Te alabaré, perpetuamente, todos los días de mi vida. Porque a Ti alaban todos los poderes celestiales, y Tuya es la Gloria por los siglos de los siglos. [unES]
( Amén. )
LECTOR
Trisagio.
Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Soberano, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
SACERDOTE
Porque tuyos son el reino, y el poder, y la gloria: del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
( Amén. )
LECTOR
Condaquio.
Del Menaion - - -
Tono 3. Melodía modelo (aftómelon).
Ἡ Παρθένος σήμερον.
Hoy la Virgen da a luz al inefable verbo; y la tierra ofrece al inasequible la gruta; los ángeles con los pastores lo glorifican; los magos con la luz del astro se encaminan. Pues, por nosotros ha nacido el nuevo Niño, el eterno Dios. [AA-MX]
Señor, ten piedad. (40 veces)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Más honorable que los querubines y más gloriosa incomparablemente que los serafines, tú que sin mancha has engendrado a Dios, el Verbo, verdaderamente Theotokos, te alabamos.
En el nombre del Señor, bendice, Padre.
SACERDOTE
Por las oraciones de nuestros santos padres, Señor Jesús Cristo Dios, ten piedad de nosotros y sálvanos.
( Amén. )
Oración de S. Mardario
¡Señor Dios! Padre Todopoderoso; Señor Hijo Unigénito Jesucristo y Espíritu Santo; Una sola Divinidad y un solo Poder; Apiádate de mí, que soy pecador y sálvame, acorde a Tus Juicios, a mí Tu indigno siervo; Porque eres Bendito por los siglos de los siglos. [unES]
LECTOR
Amén.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Dios nuestro Rey.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Vengan, adoremos y prosternémonos ante el mismo Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios.
Salmo 69 (70)
¡Oh Dios, ven a librarme, Señor, corre en mi ayuda! ¡Queden confusos y humillados los que intentan acabar conmigo! ¡Retrocedan confundidos los que desean mi mal! Retírense avergonzados los que dicen: ¡Ja, ja! En ti gozan y se alegran todos los que te buscan. Dicen siempre «Grande es Dios» los que ansían tu victoria. Pero yo soy pobre y desgraciado, ¡oh Dios, ven rápido a mí! Tú eres mi auxilio y libertador, ¡no te retrases, Señor! [BJ-SAOGM]
Salmo 142 (143)
Escucha, Señor, mi oración, y presta oído a mi súplica; respóndeme leal, por tu justicia. No entres en pleito con tu siervo, pues no hay ser vivo justo ante ti. Me persigue a muerte el enemigo, aplasta mi vida contra el suelo; me obliga a vivir entre tinieblas, como los que han muerto para siempre. Ya se apaga el aliento en mí, mi corazón por dentro enmudece. Recuerdo los días de antaño, medito todas tus acciones, pondero las obras de tus manos; hacia ti tiendo mis manos, como tierra sedienta de ti. Pausa. ¡Respóndeme pronto, Señor, que ya me falta el aliento; no escondas tu rostro lejos de mí, pues sería como los que bajan a la fosa! Hazme sentir tu amor por la mañana, pues yo cuento contigo; muéstrame el camino que he de seguir, pues estoy pendiente de ti. Líbrame de mis enemigos, Señor, pues busco refugio en ti; enséñame a cumplir tu voluntad, tú, que eres mi Dios; tu espíritu, que es bueno, me guíe por una tierra llana. Por tu nombre, Señor, dame la vida, por tu justicia, líbrame de la angustia; por tu amor, aniquila a mis enemigos. Pierde a todos mis opresores, porque yo soy tu servidor. [BJ-SAOGM]
Doxología
Gloria en las alturas a Dios y en la tierra paz; entre los hombres, benevolencia. Te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias por tu gran gloria. Señor, Rey, Dios celestial, Padre Todopoderoso; Señor Hijo unigénito, Jesús Cristo; y el Espíritu Santo. Señor, Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Tú que quitas los pecados del mundo. Recibe nuestra oración, Tú que estás sentado a la diestra del Padre, y ten piedad de nosotros. Porque sólo Tú eres santo, sólo Tú eres Señor, Jesús Cristo, en la gloria de Dios Padre. Amén. Cada tarde te bendeciré, y alabaré tu Nombre para siempre, y por los siglos de los siglos. Señor, te has hecho nuestro refugio de generación en generación. Dije: Señor, ten piedad de mí, sana mi alma, porque he pecado contra ti. Señor, a Ti acudo; enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios. Porque en Ti está la fuente de la vida; en tu luz veremos la luz. Extiende tu misericordia a quienes te conocen. Concede, Señor, guardarnos esta noche sin pecado. Bendito eres Señor, Dios de nuestros padres, y alabado y glorificado sea tu Nombre por los siglos. Amén. Sea sobre nosotros tu misericordia, Señor, así como hemos esperado en Ti. Bendito seas, Señor, instrúyeme en tus mandamientos. Bendito seas, Soberano, hazme entender tus mandamientos. Bendito seas, Santo, ilumíname con tus mandamientos. Tu misericordia, Señor, es para siempre, no desprecies las obras de tus manos. Te pertenece la alabanza, te pertenece un himno, te pertenece la gloria, oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. [SAOGM]
Procesión y letanía.
CORO
Idiómelon 1. Tono 1.
¡Alégrense hoy, proféticamente, el cielo y la tierra! ¡Venid, festejemos espiritualmente, Ángeles y hombres! Porque Dios, naciendo de una mujer, había aparecido en la carne a aquéllos que yacen en la oscuridad y la sombra. Una gruta y un pesebre lo han recibido. Pastores anuncian la maravilla; Magos desde Oriente, en Belén, ofrecen regalos. Mas, nosotros, con labios indignos, ofrecemos la alabanza angelical, exclamando: “¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, porque la Esperanza de las naciones ha venido, y Él nos ha salvado de la esclavitud del enemigo!” [unES]
Idiómelon 2. Tono 1.
Hoy, el cielo y la tierra se habían unido, por el nacimiento de Cristo. Hoy Dios aparece sobre la tierra, y el hombre al cielo sube. Hoy, Él, que por naturaleza es invisible, a causa del hombre, es visto en la carne. Por lo tanto glorifiquémosle exclamando: “¡Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra, que Su Venida nos ha dado, Salvador nuestro, Gloria a Ti!” [unES]
Idiómelon 3. Tono 1.
Hoy, en Belén, de los Incorpóreos, estoy escuchando: “¡Gloria a Dios en las alturas!”; a Él quien se complació que haya paz en la tierra. Ahora, la virgen es más espaciosa que los cielos; porque, de Ella ha brillado la Luz para aquéllos que están en la oscuridad; exaltó, pues, a los humilde que cantan himnos angelicales: “¡Gloria a Dios en las alturas!” [unES]
Idiómelon 4. Tono 1.
Cuando vio, a quien ha sido a Su Imagen y Semejanza, caída a causa de la transgresión, Jesús inclinó los cielos y descendió; Y sin sufrir cambio alguno, habitó en un seno virginal, por quien ha renovado la creación del corrompido Adán, que Le exclama: “¡Gloria a Tu Epifanía, Libertador mío y Dios mío!” [unES]
Gloria.
Tono 5 (plagal 1).
Los Magos, reyes de Persia, con convicción Te conocieron, Rey Celestial, que nace sobre la tierra. Y guiados por la luz resplandeciente de una estrella vinieron a Belén, y ofrecieron regalos escogidos: Oro, incienso y mirra. Y postrándose ante Ti, Te adoraron; pues vieron al Ilimitado por el tiempo, acostado como Niño, en una gruta. [unES]
Ahora y siempre.
Del Menaion - - -
Tono 6 (plagal 2).
Hoy, todos los Ángeles del cielo se regocijan grandemente y celebran. La Creación entera se alegra; por el Señor y Salvador nacido en Belén. Pues todo error de la idolatría había cesado, y Cristo reina por los siglos. [unES]
DIÁCONO
Salva, Dios, a tu pueblo y bendice tu heredad. Visita a tu mundo con piedad y generosidades. Acrecienta la fortaleza de los cristianos ortodoxos, y envía sobre nosotros tus abundantes misericordias.
Por la intercesión de su Purísima e Inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, Precursor y Bautista, Juan; de los santos gloriosos y alabadísimos Apóstoles, de nuestros santos Padres, grandes jerarcas y ecuménicos maestros: Basilio Magno, Gregorio el teólogo, y Juan Crisóstomo; Atanasio, Cirilo y Juan el misericordioso, patriarcas de Alejandría; Nicolás, obispo de Mira, Espiridón, obispo de Tremitunte, Nectario de Pentápolis, los milagrosos; de los santos, gloriosos, gran mártires: Jorge el victorioso, Demetrio el derramador de mirra, Teodoro el soldado, Teodoro el general, Menas el milagroso; los hieromártires Caralampio y Eleuterio; de la gloriosa gran mártir y alabadísima Eufemia; las santas y gloriosas mártires Tecla, Bárbara, Anastasia, Catalina, Dominga, Fotini, Marina, Parasqueva; de nuestros justos y teóforos Padres; (del santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares de Dios, Joaquín y Ana; y de todos los santos:
Te suplicamos, ¡oh, Señor, grande en misericordia! Escúchanos a nosotros pecadores que te rezamos y ten piedad de nosotros.
CORO (después de cada petición)
Señor, ten piedad. (3 veces)
DIÁCONO
También te suplicamos por los piadosos cristianos ortodoxos.
También suplicamos por nuestro arzobispo (N.),
Suplicamos también por la misericordia, vida, paz, salud, salvación, protección, perdón y remisión de los pecados de los siervos de Dios, todos los piadosos Cristianos ortodoxos, los habitantes y visitantes de esta ciudad: feligreses, miembros del consejo parroquial, benefactores y servidores de este santo templo, y de los siervos de Dios que celebran esta festividad.
Suplicamos también por este santo templo, por esta ciudad y por cada ciudad en cualquier país, para que sean protegidos de todo tipo de ira, hambre, peste, terremoto, inundación, fuego, espada, invasión de otro país, conflicto civil, y muerte accidental. Que nuestro Dios filántropo demuestre su misericordia, su gracia, y su favor, al alejar de nosotros toda ira y enfermedad, rescatándonos de su justo castigo, y teniendo piedad de nosotros.
Suplicamos también que el Señor nuestro Dios escuche el ruego de nosotros los pecadores y que tenga misericordia de nosotros.
SACERDOTE
Escúchanos, oh Dios nuestro Salvador, pues eres la esperanza de todos en la tierra y de todos que navegan en el mar; ten piedad de nuestros pecados, Soberano, y ten misericordia de nosotros. Porque tú eres un Dios misericordioso y filántropo, y a ti glorificamos, oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
CORO
Amén.
SACERDOTE
Paz a todos.
CORO
Y a tu espíritu.
DIÁCONO
Inclinemos la cabeza ante el Señor.
CORO
A ti, Señor.
SACERDOTE
Oh Soberano, lleno de misericordia, Señor Jesús Cristo Dios nuestro,
Por la intercesión de su Purísima e Inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, Precursor y Bautista, Juan; de los santos gloriosos y alabadísimos Apóstoles, de nuestros santos Padres, grandes jerarcas y ecuménicos maestros: Basilio Magno, Gregorio el teólogo, y Juan Crisóstomo; Atanasio, Cirilo y Juan el misericordioso, patriarcas de Alejandría; Nicolás, obispo de Mira, Espiridón, obispo de Tremitunte, Nectario de Pentápolis, los milagrosos; de los santos, gloriosos, gran mártires: Jorge el victorioso, Demetrio el derramador de mirra, Teodoro el soldado, Teodoro el general, Menas el milagroso; los hieromártires Caralampio y Eleuterio; de la gloriosa gran mártir y alabadísima Eufemia; las santas y gloriosas mártires Tecla, Bárbara, Anastasia, Catalina, Dominga, Fotini, Marina, Parasqueva; de nuestros justos y teóforos Padres; (del santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares de Dios, Joaquín y Ana; y de todos los santos:
haz nuestra súplica aceptable; concédenos el perdón de nuestras transgresiones; cúbrenos bajo la protección de tus alas; expulsa de nosotros todo enemigo y adversario; concede paz a nuestras vidas; ten piedad de nosotros y de tu mundo; y salva nuestras almas, porque eres bondadoso y filántropo.
CORO
Apóstija de la fiesta.
Del Menaion - - -
Idiómelon 1. Tono 2.
Hoy se había concretado una grande y extraña maravilla. ¡Pues, una Virgen da a luz, y su seno no sufre corrupción! El Verbo es encarna, sin separarse del Padre. Los Ángeles con los pastores glorifican, y nosotros junto a ellos exclamamos diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz!” [unES]
Idiómelon 2. Tono 3.
Verso: Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi diestra, hasta que haga de tus enemigos estrado de tus pies». [BJ-SAOGM]
Hoy la Virgen da a luz al Creador de todos. Edén ofrece una gruta y una estrella revela a Cristo, El Sol, a aquéllos que están en la oscuridad. Y los Magos, iluminados por la fe, Lo habían adorado con regalos; Los pastores contemplaron la maravilla que los Ángeles cantan la alabanza, diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas!” [unES]
Idiómelon 3. Tono 3.
Verso: De mi seno, antes del lucero, te engendré. Juró el Señor y no se arrepentirá. [BASJ]
Cuando el Señor Jesús nació en Belén de Judá, desde Oriente los Magos vinieron y Lo adoraron, siendo el Dios Encarnado. Y con anhelo abrieron sus tesoros, y Le ofrecieron regalos preciosos: Oro refinado, siendo el Rey de los siglos; Incienso, porque Él es el Dios de todos; y Mirra ofrecieron al Inmortal, como a un mortal de tres días. ¡Vengan, pues, naciones todas, adoremos a quién nació para salvar nuestras almas! [unES]
Gloria.
Del Menaion - - -
Tono 4.
¡Alégrate, Jerusalén, y celebren, ustedes que aman a Sión! Porque hoy se ha desatado la atadura antigua de la condenación de Adán. El paraíso ha sido abierto para nosotros. La serpiente es arrasada, pues había visto ahora que la mujer, que ha sido engañada antiguamente por ella, se ha devenido Madre del Creador. ¡Qué insondables son las Riquezas, la Sabiduría y el Conocimiento de Dios! He aquí, la vasija del pecado, que causó la muerte a todo carnal, ha devenido, por la Madre de Dios, el primer fruto de salvación para el mundo entero. Porque Dios de plena Perfección, como Niño ha nacido de Ella, y con Su Nacimiento selló Su Virginidad. Y con Sus pañales, soltó las ligaduras del nuestros pecados, y por Su Niñez sanó las punzadas de Eva y su fatiga. Por lo tanto, que se alegre toda la creación y que se regocije, porque Cristo ha venido para rescatarla y para salvar nuestras almas. [unES]
Ahora y siempre.
Del Menaion - - -
Tono 4.
Tú has venida a morar en una gruta ¡Cristo Dios nuestro! Y un pesebre Te recibió; Los Magos con los pastores Te adoraron. Entonces, lo anunciado por los profetas se cumplió; y maravillados, los poderes angelicales exclamaron diciendo: “¡Gloria a Tu Condescendencia, Único Amante de la humanidad!” [unES]
SACERDOTE
Himno de S. Simeón.
Ahora, Señor, dejas en paz a tu siervo, según tu palabra. Porque mis ojos han visto tu salvación, la cual tenías destinada ante la faz de todos los pueblos. Luz que ilumine a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. [SAOGM]
TODOS
Trisagio.
Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, purifícanos de nuestros pecados. Soberano, perdona nuestras transgresiones. Santo, visítanos y cura nuestras dolencias, por tu nombre.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
SACERDOTE
Porque tuyos son el reino, y el poder, y la gloria: del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
CORO
Amén.
Apolitiquio de la fiesta.
Del Menaion - - -
Tono 4.
Tu Nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, iluminó al mundo con la luz de la sabiduría, pues los que adoraban a los astros, por la estrella aprendieron a adorarte, oh Sol de Justicia, y a conocerte, Oriente de lo alto. ¡Oh Señor nuestro, gloria a Ti! [unES] (3 veces)
Bendición de los panes (artoclasía).
DIÁCONO
Roguemos al Señor.
( Señor, ten piedad. )
SACERDOTE
Oh Señor Jesús Cristo, Dios nuestro, que bendijiste las cinco hogazas de pan en el desierto y con ellas alimentaste a los cinco mil: Tú, el mismo Señor, bendice estas hogazas de pan, trigo, vino y aceite, y multiplícalos en esta ciudad (pueblo o Monasterio) y en todo Tu mundo; y santifica a todos los fieles que participarán de ellos.
Pues eres Tú, oh Cristo nuestro Dios, Quien bendices y santificas todas las cosas, y a Ti pertenece la gloria, junto con Tu Padre que no tiene principio y Tu Santísimo Espíritu Bueno y vivificador, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
( Amén. )
LECTOR
Sea el nombre del Señor bendecido desde ahora y por los siglos.
SUPERIOR O: LECTOR
Sea el nombre del Señor bendecido desde ahora y por los siglos.
LECTOR
Sea el nombre del Señor bendecido desde ahora y por los siglos.
SUPERIOR O: LECTOR
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
LECTOR
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
Bendeciré al Señor en todo tiempo, no cesará mi boca de alabarlo.
Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren.
Engrandezcan conmigo al Señor y ensalcemos a una su nombre.
Busqué al Señor y me dio una respuesta y me libró de todos mis temores.
Mírenlo a él y serán iluminados y no tendrán más cara de frustrados.
Este pobre gritó y el Señor lo escuchó, y lo salvó de todas sus angustias.
El ángel del Señor hace sus rondas junto a los que le temen y los guarda.
Gusten y vean cuán bueno es el Señor ¡dichoso aquel que busca en él asilo!
Teme al Señor, pueblo de los santos, pues nada les falta a los que le temen. [SAOGM]
CORO
Los ricos empobrecen y pasan hambre; los que buscan al Señor de ningún bien carecen. [BJ-SAOGM]
DIÁCONO
Roguemos al Señor.
( Señor, ten piedad. )
SACERDOTE
La bendición del Señor y su misericordia vengan sobre ustedes, por su divina gracia y su filantropía, eternamente, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
( Amén. )