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Liturgia

Menaion - 22 de Noviembre

Memoria del santo apóstol Filemón y sus compañeros Arquipo, Apia y Onésimo; y la santa mártir Cecilia y sus compañeros

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LITURGIA

Primera antífona. Tono 2. Salmos 144, 86, 47.

Verso 1: Grande es el Señor, muy digno de alabanza. [BJ-SAOGM]

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 2: Maravillas se dicen de ti, ciudad de Dios.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 3: Dios, desde sus palacios, se revela.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 4: Lo que habíamos oído lo hemos visto.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Gloria. Ahora y siempre.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.


Segunda antífona. Tono 2. Salmos 45, 95, 117, 64.

Verso 1: Sus brazos santifican la morada del Altísimo. [BJ-SAOGM]

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 2: Gloria y majestad están en su santuario.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 3: Aquí está la puerta del Señor, los triunfadores entrarán por ella.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 4: Santo es tu Templo, maravilloso en justicia.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Hijo Unigénito y Verbo de Dios: tú que eres inmortal; accediste para nuestra salvación, a encarnarte de la santa Theotokos y siempre virgen María, inalterado te hiciste hombre; crucificado, Cristo Dios, con tu muerte a la muerte venciste; eres uno de la santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo: ¡Sálvanos!


Tercera antífona. Tono 4. Salmo 44.

Verso 1: La gente más rica busca tu favor. [BJ-SAOGM]

Verso 2: Aparece, espléndida, la princesa, con ropajes recamados en oro, vestida de brocados.

Verso 3: La siguen las doncellas, sus amigas, que avanzan al entrar en el palacio real.

Apolitiquio de la fiesta. Tono 4.

Hoy es el preludio de la complacencia de Dios, el anuncio de la Salvación para los hombres: la Virgen se presenta en el Templo de Dios y preanuncia a Cristo a todos. Exclamémosle con gran voz diciendo: «¡Alégrate, oh cumplimiento del plan salvífico del Creador!» [AA-MX]


Himno de la entrada. Tono 2.

Vengan, adoremos y postrémonos ante Cristo. Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!


Himnos después de la pequeña entrada.

Apolitiquio de la fiesta.

Del Menaion - - -

Tono 4.

Hoy es el preludio de la complacencia de Dios, el anuncio de la Salvación para los hombres: la Virgen se presenta en el Templo de Dios y preanuncia a Cristo a todos. Exclamémosle con gran voz diciendo: «¡Alégrate, oh cumplimiento del plan salvífico del Creador!» [AA-MX]

Por el apóstol.

Apolitiquio. Por los apóstoles.

Tono 3.

Oh santos Apóstoles, ruéguenle a nuestro Dios misericordioso, que conceda a nuestras almas el perdón de nuestros pecados. [unES]

Se canta el apolitiquio de la comunidad local. Después:


Del Menaion - - -

Condaquio.

Tono 4.

Ὁ ὑψωθεὶς ἐν τῷ Σταυρῷ.

Sagrado y purísimo templo del Señor, preciosa cámara nupcial y santísima, cofre venerable de la Gloria de Dios, en la casa del Señor, la Virgen hoy es presentada y con ella la gracia del Espíritu Divino. Alábenle los ángeles de Dios porque ella es la tienda celestial. [unES]


HIMNO TRISAGIO

Santo Dios, santo Poderoso, santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.


Lectura apostólica

Por el apóstol.

Proquímeno. Tono 8 (plagal 4). Salmo 18.

Por toda la tierra resuena su proclama. [BJ-SAOGM]

Verso: Los cielos cuentan la gloria de Dios. [BJ-SAOGM]

Lectura de la carta de san Pablo a Filemón.

Flm. 1:1-25

Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón, a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas, Arquipo, y a la iglesia que se reúne en tu casa. Gracia y paz a ustedes de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesús Cristo. Doy gracias sin cesar a mi Dios, recordándote en mis oraciones, pues tengo noticia de tu caridad y de tu fe para con el Señor Jesús, para bien de todos los santos. Y pido a Dios que tu participación en la fe se haga eficiente mediante el conocimiento perfecto de todo el bien que hay en nosotros en orden a Cristo. Pues me alegraron mucho y me sirvieron de consuelo las noticias sobre tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano. Por lo cual, aunque en nombre de Cristo tengo suficiente libertad para mandarte lo que conviene, prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad. Yo, este Pablo ya anciano, y además ahora preso de Cristo Jesús, te ruego en favor de mi hijo, de Onésimo, a quien engendré entre cadenas. Si en otro tiempo te fue inútil, ahora es muy útil para ti y para mí. Te lo devuelvo, y trátalo como a mí mismo. Me habría gustado retenerle junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que padezco por el Evangelio. Pero no he querido hacer nada sin consultarte, para que esta buena acción tuya no fuera forzada, sino voluntaria. Tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que lo recuperaras para siempre, y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo: como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor! Por tanto, si me sientes realmente unido a ti, acógele como a mí mismo. Y si en algo te perjudicó o algo te debe, ponlo a mi cuenta. Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño. Yo te lo pagaré; por no recordarte deudas que tienes conmigo, pues tú mismo te me debes. Sí, hermano, hazme este favor en el Señor. ¡Alivia mi corazón en nombre de Cristo! Te escribo confiado en tu docilidad, seguro de que harás más de lo que te pido. Al mismo tiempo, prepárame hospedaje, pues espero que por sus oraciones se les conceda el favor de mi presencia. Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. La gracia del Señor Jesús Cristo esté con su espíritu. Amén. [BJ-SAOGM]


Aleluya. Tono 6 (plagal 2). Salmo 73.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 1: Acuérdate de tu comunidad que poseíste desde el principio. [BASJ]

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 2: Dios, rey nuestro antes de los siglos, obró la salvación en medio de la tierra.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Evangelio

Viernes de la Décima Semana de Lucas

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

Lc. 19:12-28

Dijo el Señor esta parábola: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y regresar. Llamó a diez siervos suyos, les dio sendas minas y les dijo: ‘Negocien hasta que vuelva.’ Pero sus ciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: ‘No queremos que ése reine sobre nosotros.’ Cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos a los que había confiado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: ‘Señor, tu mina ha producido diez minas.’ Le respondió: ‘¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo insignificante, toma el gobierno de diez ciudades.’ Vino el segundo y dijo: ‘Tu mina, Señor, ha producido cinco minas.’ Dijo a éste: ‘Ponte tú también al mando de cinco ciudades.’ Vino el otro y dijo: ‘Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo. Es que tenía miedo de ti, pues eres un hombre severo, que tomas lo que no pusiste y cosechas lo que no sembraste.’ Le respondió: ‘Por tus propias palabras te juzgo, siervo malo. Si sabías que soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré, ¿por qué no colocaste entonces mi dinero en el banco? De ese modo, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.’ Dijo entonces a los presentes: ‘Quítenle la mina y dénsela al que tiene las diez minas.’ Le respondieron: ‘Señor, tiene ya diez minas.’ —‘Les digo que a todo el que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a esos enemigos míos, que no querían que yo reinara sobre ellos, tráiganlos aquí y mátenlos delante de mí.’» Dicho esto, marchaba por delante, subiendo a Jerusalén. [BJ-SAOGM]


Himno a la Theotokos.

Digno es, en verdad, aclamarte a ti, Theotokos, la siempre bienaventurada e inmaculada, y Madre de nuestro Dios. A la más honorable que los querubines y más gloriosa, incomparablemente que los serafines; a ti, la que incorruptamente, diste a luz al Verbo de Dios, a la verdaderamente Theotokos, te exaltamos.


Himno de la comunión. Salmo 73.

Obraste la salvación en medio de la tierra, oh Cristo Dios nuestro. [BASJ] ¡Aleluya!


Himno después de la comunión.

Tono 2.

Vimos la luz verdadera. Recibimos el Espíritu celestial. Encontramos la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible, pues ella nos salvó.


DESPEDIDA

Gloria a ti, Cristo Dios nuestro. Gloria a ti.

Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.


Normas de Ayuno

El consumo de aceite y vino es permitido. Nos abstenemos de consumir todo tipo de carne, pescados, productos lácteos, y huevos.

Hoy es una fiesta menor.