2024
Domingo | 27 de Octubre
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Lectura apostólica
DECIMOCTAVO DOMINGO
Lectura de la segunda carta de san Pablo a los Corintios.
2 Co. 9:6-11
Hermanos, miren: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia. Que cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de todo bien, a fin de que, teniendo siempre y en todo lo necesario, tengan aún sobrante para hacer buenas obras, como está escrito: Repartió; dio a los pobres; su justicia permanece eternamente. Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará su sementera y aumentará los frutos de su justicia. Así serán ricos para dar siempre con generosidad, y eso provocará, gracias a nosotros, acciones de gracias a Dios. [BJ-SAOGM]
Evangelio
Séptimo Domingo de Lucas
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
Lc. 8:41-56
En aquél tiempo: llegó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y, cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que entrara en su casa, porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba, la gente lo oprimía. Una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, se acercó por detrás y tocó la orla de su manto; y, al punto, se le detuvo la hemorragia. Jesús preguntó: «¿Quién me ha tocado?» Como todos lo negaban, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen.» Pero Jesús contestó: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí.» Viéndose descubierta, la mujer se acercó temblorosa y, postrándose ante él, contó delante de toda la gente por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz.» Estaba todavía hablando, cuando uno de casa del jefe de la sinagoga llegó diciendo: «Tu hija está muerta. No molestes ya al Maestro.» Jesús, que oyó el comentario, le dijo: «No temas; basta con que tengas fe y se salvará.» Al llegar a la casa, no permitió entrar con él más que a Pedro, Juan y Santiago, y al padre y a la madre de la niña. Todos la lloraban y se lamentaban, pero él dijo: «No lloren, no ha muerto; está dormida.» Los presentes se burlaban de él, pues sabían que estaba muerta. Pero él, tomándola de la mano, dijo en voz alta: «Niña, levántate.» Entonces retornó el espíritu a ella y, al punto, se levantó. Jesús mandó que le dieran de comer. Sus padres quedaron estupefactos, y él les ordenó que no comentaran con nadie lo que había pasado. [BJ-SAOGM]
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Sinasario
Del menaion.
El 27 de octubre conmemoramos al santo mártir Néstor.
Por las intercesiones de tus santos, oh Dios, ten misericordia de nosotros. Amén.
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Normas de Ayuno
Hoy toda clase de comida es permitida.