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Hieraticón

Liturgia

Octóijos - Tono 7 (grave).

Miércoles por la mañana

Menaion - 16 de Octubre

Memoria del santo mártir Longino el centurión

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LITURGIA

Primera antífona. Tono 2.

Verso 1: Bueno es alabar al Señor, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. [BASJ]

Por las intercesiones de la Teotocos, Salvador, sálvanos.

Verso 2: Para anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad por la noche.

Por las intercesiones de la Teotocos, Salvador, sálvanos.

Verso 3: Es recto el Señor, nuestro Dios, y no hay injusticia en él.

Por las intercesiones de la Teotocos, Salvador, sálvanos.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Por las intercesiones de la Teotocos, Salvador, sálvanos.


Segunda antífona. Tono 2.

Verso 1: El Señor reinó, se vistió de hermosura, se vistió el Señor de fortaleza y se ciñó. [BASJ]

O:

Verso 1: Vengan, regocíjense en el Señor, celebremos las glorias de Dios, salvador nuestro. [BASJ]

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 2: Porque afirmó la redondez de la tierra, que no será conmovida.

O:

Verso 2: Presentémonos ante su rostro con alabanza, celebrémosle con salmos. Porque el Señor es un Dios grande y un rey grande sobre todos los dioses.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 3: La santidad es el adorno de tu casa, Señor, por largos días.

O:

Verso 3: Porque en su mano están todos los confines de la tierra; son suyas las alturas de los montes. Porque suyo es el mar, él lo hizo y sus manos formaron la tierra árida.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Hijo Unigénito y Verbo de Dios: tú que eres inmortal; accediste para nuestra salvación, a encarnarte de la santa Teotocos y siempre virgen María, inalterado te hiciste hombre; crucificado, Cristo Dios, con tu muerte a la muerte venciste; eres uno de la santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo: ¡Sálvanos!


Tercera antífona.

Apolitiquio. Por el mártir.

Tono 4.

Tu mártir, oh Señor, por sus tribulaciones recibió de Ti la corona de la incorrupción, oh Dios nuestro; porque por tu poder ha derrotado a los tiranos y ha vencido las afrentas impotentes de los demonios. Por sus intercesiones, salva nuestras almas. [unES]


Himno de la entrada. Tono 2.

Vengan, adoremos y postrémonos ante Cristo. Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!


Himnos después de la pequeña entrada.

Apolitiquio. Por el mártir.

Tono 4.

Tu mártir, oh Señor, por sus tribulaciones recibió de Ti la corona de la incorrupción, oh Dios nuestro; porque por tu poder ha derrotado a los tiranos y ha vencido las afrentas impotentes de los demonios. Por sus intercesiones, salva nuestras almas. [unES]

Se canta el apolitiquio de la comunidad local. Después:


Contaquio del día. Por la cruz.

Tono 4. Melodía modelo (aftómelon).

Ὁ ὑψωθεὶς ἐν τῷ Σταυρῷ.

Oh Tú que voluntariamente sobre la Cruz fuiste levantado, ten misericordia del nuevo pueblo llamado por tu Nombre, alegra con tu poder a los creyentes, oh Cristo Dios, otorgándoles victoria sobre el enemigo y que les sea tu auxilio un arma de paz y triunfo invencible. [unES]


HIMNO TRISAGIO

Santo Dios, santo Poderoso, santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.


Lectura apostólica

Miércoles de la decimoséptima semana

Proquímeno. Tono 3. Oda novena.

Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador. [BASJ]

Verso: Porque ha mirado la humildad de su esclava; desde ahora todas las generaciones me dirán bienaventurada. [BASJ]

Lectura de la carta de san Pablo a los Efesios.

Ef. 3:8-21

Hermanos, a mí, el menor de todos los santos, me fue concedida la gracia de anunciar a los gentiles la insondable riqueza de Cristo, y esclarecer cómo se ha dispensado el misterio escondido desde siglos en Dios, creador del universo, para que la multiforme sabiduría de Dios se manifieste ahora a los principados y a las potestades en los cielos, mediante la Iglesia. De este modo, Dios ha realizado su designio eterno en Cristo Jesús, Señor nuestro, quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios. Por eso les ruego que no se desanimen por las tribulaciones que por ustedes padezco, pues ellas son la gloria de ustedes. Así que doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, para que, en virtud de su gloriosa riqueza, les conceda fortaleza interior mediante la acción de su Espíritu, y haga que Cristo habite por la fe en sus corazones. Y que de este modo, arraigados y cimentados en el amor, puedan comprender con todos los santos la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conozcan el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento. Y que así se llenen de toda la plenitud de Dios. A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que nosotros podemos pedir o pensar conforme a nuestra capacidad, a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén. [BJ-SAOGM]


Aleluya. Tono 4. Salmo 91.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 1: El justo florecerá como la palma. [BJ-SAOGM]

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 2: Plantados en la Casa del Señor.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Evangelio

Por el mártir.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

Mt. 27:33-54

En aquel tiempo, los soldados llegaron a un lugar llamado Gólgota, esto es, «Calvario», y le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo. Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. Y se quedaron sentados allí para custodiarle. Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos.» Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!» Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo: “Soy Hijo de Dios.”» De la misma manera le injuriaban también los salteadores crucificados con él. Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: = «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», esto es: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: «A Elías llama éste.» Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. Pero los otros dijeron: «Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle.» Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios.» [BJ-SAOGM]


Himno a la Teotocos.

Digno es, en verdad, aclamarte a ti, Teotocos, la siempre bienaventurada e inmaculada, y Madre de nuestro Dios. A la más honorable que los querubines y más gloriosa, incomparablemente que los serafines; a ti, la que incorruptamente, diste a luz al Verbo de Dios, a la verdaderamente Teotocos, te exaltamos.


Himno de la comunión. Salmo 115.

El cáliz de salvación tomaré y el nombre del Señor invocaré. [BASJ] ¡Aleluya!


Himno después de la comunión.

Tono 2.

Vimos la luz verdadera. Recibimos el Espíritu celestial. Encontramos la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible, pues ella nos salvó.


DESPEDIDA

Gloria a ti, Cristo Dios nuestro. Gloria a ti.

Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, del santo mártir Longino, el centurión, cuya memoria celebramos; y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.


Normas de Ayuno

Ayuno estricto. Nos abstenemos de consumir todo tipo de carne, pescados, aceite, vino, productos lácteos, y huevos.

Las normas de hoy se aplican los miércoles y viernes.