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Hieraticón

Liturgia

Octóijos - Tono 6 (plagal 2).

Lunes por la mañana

Menaion - 7 de Octubre

Memoria de los santos mártires Sergio y Baco

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LITURGIA

Primera antífona. Tono 2.

Verso 1: Bueno es alabar al Señor, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. [BASJ]

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 2: Para anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad por la noche.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Verso 3: Es recto el Señor, nuestro Dios, y no hay injusticia en él.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Por las intercesiones de la Theotokos, Salvador, sálvanos.


Segunda antífona. Tono 2.

Verso 1: El Señor reinó, se vistió de hermosura, se vistió el Señor de fortaleza y se ciñó. [BASJ]

O:

Verso 1: Vengan, regocíjense en el Señor, celebremos las glorias de Dios, salvador nuestro. [BASJ]

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 2: Porque afirmó la redondez de la tierra, que no será conmovida.

O:

Verso 2: Presentémonos ante su rostro con alabanza, celebrémosle con salmos. Porque el Señor es un Dios grande y un rey grande sobre todos los dioses.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Verso 3: La santidad es el adorno de tu casa, Señor, por largos días.

O:

Verso 3: Porque en su mano están todos los confines de la tierra; son suyas las alturas de los montes. Porque suyo es el mar, él lo hizo y sus manos formaron la tierra árida.

Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Hijo Unigénito y Verbo de Dios: tú que eres inmortal; accediste para nuestra salvación, a encarnarte de la santa Theotokos y siempre virgen María, inalterado te hiciste hombre; crucificado, Cristo Dios, con tu muerte a la muerte venciste; eres uno de la santa Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo: ¡Sálvanos!


Tercera antífona.

Apolitiquio. Por los mártires.

Tono 4.

Tus mártires, oh Señor, por sus tribulaciones recibieron de Ti la corona de la incorrupción, oh Dios nuestro; porque por tu poder han derrotado a los tiranos y han vencido las afrentas impotentes de los demonios. Por sus intercesiones, salva nuestras almas. [unES]


Himno de la entrada. Tono 2.

Vengan, adoremos y postrémonos ante Cristo. Sálvanos, Hijo de Dios, el admirable entre los santos. Te cantamos, ¡Aleluya!


Himnos después de la pequeña entrada.

Apolitiquio. Por los mártires.

Tono 4.

Tus mártires, oh Señor, por sus tribulaciones recibieron de Ti la corona de la incorrupción, oh Dios nuestro; porque por tu poder han derrotado a los tiranos y han vencido las afrentas impotentes de los demonios. Por sus intercesiones, salva nuestras almas. [unES]

Se canta el apolitiquio de la comunidad local. Después:


Condaquio del día. Por los ángeles.

Tono 2.

¡Jefes de los ejércitos de Dios, servidores de la Gloria Divina y Príncipes de los Incorpóreos! Como ustedes son líderes de los ejércitos incorpóreos, rueguen por lo que nos es conveniente y por la gran misericordia. [unES]


HIMNO TRISAGIO

Santo Dios, santo Poderoso, santo Inmortal, ten piedad de nosotros. (3 veces)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Santo Inmortal, ten piedad de nosotros.


Lectura apostólica

Lunes de la decimosexta semana

Proquímeno. Tono 4. Salmo 103.

Haces a tus ángeles espíritus y a tus ministros fuego abrasador. [BASJ]

Verso: Bendice, alma mía, al Señor; Señor Dios mío, te has engrandecido poderosamente. [BASJ]

Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas.

Ga. 4:28-31; 5:1-10

Hermanos, a la manera de Isaac, ustedes son hijos de la promesa. Pero, así como entonces el nacido según la naturaleza perseguía al nacido según el Espíritu, así ocurre también ahora. ¿Y qué dice la Escritura? ‘Despide a la esclava y a su hijo, que no heredará el hijo de la esclava junto con el hijo’ de la libre. Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Para ser libres nos ha liberado Cristo. Manténganse, pues, firmes y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. Soy yo, Pablo, quien se lo dice: Si se circuncidan, Cristo no les aprovechará nada. Les declaro de nuevo que todo hombre que se circuncida queda obligado a practicar toda la ley. Todos cuantos buscan la justicia en la ley han roto con Cristo; han caído en desgracia. Nosotros, en cambio, esperamos la justicia anhelada por medio del Espíritu y de la fe. Porque si pertenecemos a Cristo Jesús, ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen eficacia, sino la fe, que actúa por la caridad. Con lo bien que corrían, ¿quién les puso obstáculos para que no siguieran a la verdad? Semejante persuasión no proviene, desde luego, de Aquel que los llama. Es verdad que un poco de levadura hace fermentar toda la masa, pero el Señor me inspira la confianza en que no cambiarán de actitud. De todos modos, el que los perturba, quienquiera que sea, cargará con su sentencia. [BJ-SAOGM]


Aleluya. Tono 2. Salmo 148.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 1: Alaben desde los cielos al Señor, alábenle en las alturas. [BASJ]

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Verso 2: Alábenle todos sus ángeles, alábenle todos sus ejércitos.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Evangelio

Lunes de la cuarta semana de Lucas

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

Lc. 7:36-50

En aquel tiempo, un fariseo rogó a Jesús que comiera con él. Entró en la casa del fariseo y se puso a la mesa. Había en el pueblo una mujer pecadora pública. Al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume y, poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar. Con sus lágrimas le humedecía los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. El fariseo que le había invitado, al ver la escena, se decía para sí: «Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando: una pecadora.» Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte.» Él respondió: «Di, maestro.» «Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?» Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más.» Jesús le dijo: «Has juzgado bien.» Después, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha humedecido mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso, pero ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus numerosos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.» Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.» Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste, que hasta perdona los pecados?» Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz.» [BJ-SAOGM]


Himno a la Theotokos.

Digno es, en verdad, aclamarte a ti, Theotokos, la siempre bienaventurada e inmaculada, y Madre de nuestro Dios. A la más honorable que los querubines y más gloriosa, incomparablemente que los serafines; a ti, la que incorruptamente, diste a luz al Verbo de Dios, a la verdaderamente Theotokos, te exaltamos.


Himno de la comunión. Salmo 103.

Haces a tus ángeles espíritus y a tus ministros fuego abrasador. [BASJ] ¡Aleluya!


Himno después de la comunión.

Tono 2.

Vimos la luz verdadera. Recibimos el Espíritu celestial. Encontramos la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible, pues ella nos salvó.


DESPEDIDA

Gloria a ti, Cristo Dios nuestro. Gloria a ti.

Cristo, verdadero Dios nuestro, por las intercesiones de su purísima e inmaculada Madre, por el poder de la vivificante y preciosa Cruz, la protección de las celestiales potestades incorpóreas, las súplicas del venerable y glorioso profeta, precursor y bautista Juan, de los santos, gloriosos y alabadísimos apóstoles, de los santos, gloriosos y victoriosos mártires, de nuestros justos y teóforos padres, (santo patrono del templo local); de los santos y justos familiares del Señor, Joaquín y Ana, de los santos mártires Sergio y Baco, cuya memoria celebramos; y de todos los santos, tenga misericordia de nosotros y sálvanos, pues eres un Dios bondadoso y filántropo.


Normas de Ayuno

Hoy toda clase de comida es permitida.