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2024

Domingo | 22 de Septiembre


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Lectura apostólica

Decimotercer domingo

Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios.

1 Co. 16:13-24

Hermanos, velen y manténganse firmes en la fe; tengan valor y sean fuertes. Háganlo todo con amor. Les hago una recomendación, hermanos. Saben que los familiares de Estéfanas son los primeros conversos de Acaya y que se entregaron al servicio de los santos. Muéstrense ustedes también deferentes con ellos y con quienes con ellos trabajan y se afanan. Me llena de alegría la visita de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, que han suplido su ausencia. Ellos han tranquilizado mi espíritu y el de ustedes. Sepan apreciar a tales personas. Las iglesias de Asia los saludan. Les envían muchos saludos en el Señor Áquila y Prisca, junto con la iglesia que se reúne en su casa. Los saludan todos los hermanos. Salúdense los unos a los otros con el beso santo. El saludo va de mi mano, Pablo. El que no ame al Señor, ¡sea maldito! «Maran atha.» ¡La gracia del Señor Jesús sea con ustedes! Los amo a todos en Cristo Jesús. Amén. [BJ-SAOGM]

Evangelio

Primer domingo de Lucas

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

Lc. 5:1-11

En aquel tiempo, estando Jesús a la orilla del lago de Genesaret, la gente se agolpaba a su alrededor para oír la palabra de Dios. En esto vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas y estaban lavando las redes. Subió entonces a una de las barcas, que era de Simón, y le rogó que se alejara un poco de tierra. Se sentó y empezó a enseñar desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echen sus redes para pescar.» Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, basta que tú lo dices, echaré las redes.» Así lo hicieron, y pescaron tan gran cantidad de peces que las redes amenazaban con romperse. Entonces llamaron por señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo, Simón Pedro cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.» Y es que el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían capturado. Y lo mismo les ocurrió a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.» Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron. [BJ-SAOGM]

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Sinasario

Del menaion.

El 22 de septiembre conmemoramos al santo hieromártir Focas el milagroso.

Por sus intercesiones, oh Dios, ten misericordia de nosotros. Amén.

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Normas de Ayuno

Hoy toda clase de comida es permitida.